Culiacán, Sinaloa.- Doña María del Carmen Sarabia, abuela de Mirsha sabrá poco de leyes, pero de algo está segura: 50 años de cárcel para castigar al responsable de la muerte de “Pako”, es poco.
Son las expresiones que hace cuando sale ella y su familia de las instalaciones del tribunal de justicia oral, donde se procesa al único acusado de matar al deportista y jugador de Dorados de Sinaloa; a su «Pakito».
Es la abuela de Mirsha, quien porta una playera blanca con la fotografía de su nieto, y una medalla al cuello, con la leyenda “Pakito 129” y al fondo, una foto.
Ahí está también el padre del ex jugador de las fuerzas básicas de Gran Pez, con el mismo nombre, a quien se le quiebra la voz, pero hace un intento por contener el llanto ante los micrófonos de los medios.
“Esta persona (Luis Adrián) le hizo daño a mi familia toda la vida, para siempre, hasta que me lleve a mí También (la Muerte) , hasta ese momento no lo voy a olvidar”, lamentó.
En una entrevista, Mirsha, padre del jugador hace un llamado a fomentar los valores del deporte y la educación, como el único camino para disminuir el flagelo del odio y la violencia que dejan a su paso, una ola de muertes y dolor.
Cuando sigue hablando de los planes de su hijo se le quiebra la voz. Afirma que entre los sueños de “Pako” era comprarle una casa a su mamá, una vez que triunfara en el fútbol.
Acompañado de su familia, sostuvo que su hijo siempre fue un ejemplo de amor hacia ellos y muy amiguero. Tanto era el cariño a ellos, que su hijo de 20 años, aún le gustaba dormir con sus padres y hermanos en la misma cama.
Entrevistado al salir de la audiencia inicial que se le llevó al detenido del homicidio calificado, reconoció el trabajo de la Fiscalía General del estado.
Dio gracias al apoyo que ha recibido del Club Dorados, Grupo Caliente, la sociedad en general y los medios de comunicación.
“Gracias a todo el apoyo de la sociedad. De los muchachos de la Lombardo, al señor gobernador (Quirino) a todos los que nos han estado apoyando con muestras de aliento para la familia”.
Al término de unas palabras. Entonces se enfiló al estacionamiento del tribunal y subió a un carro austero y se retiró con su familia.
