Los despidos en Gobierno

    Palacio de Gobierno (archivo). Foto: ReflectoresMX.

    Ya son 17 meses del gobierno de Rubén Rocha y en ese tiempo los despidos de funcionarios han sido constantes, y en buena medida no ha habido explicaciones y las que se han dado han sido insuficientes, como también que en ningún lado ha habido algún resultado de algún órgano de control, como si se tratara de una empresa privada que no está obligada a dar explicaciones más que en tribunales, pero aquí estamos hablando del servicio público de un gobierno electo por la sociedad y que debe conocer los pormenores de lo que internamente sucede.

    Generalmente, cuando se trata por malos desempeños estos se precisan, y si han resultado con fallos de procedimientos, cometiendo irregularidades que violen alguna ley o sean omisos con sus responsabilidades, debieran ser explicados y sancionados como corresponde.

    Pero no, prácticamente no hay nada, simplemente los dichos del gobernador y párenle de contar, cuando la lista es larga y últimamente han caído en racimos.

    Hay casos, como el de nuestro amigo Tomás Sauceda, que fue el primero que renunció al gobierno a la dirección de la radio estatal, donde creo que ni duró la primer quincena, pero hay casos del gabinete públicamente conocidos en los que se han distinguido las diferencias políticas, como los casos de Ruth Díaz Gurría, a la que se le señaló de despotismo en su conducción, el caso de Héctor Melesio Cuén que resultó un acoso constante hasta que lo expulsó el gobernador del gabinete, y la secretaria de turismo, María del Rosario Torres Noriega, a quien simplemente removieron para colocar al Químico Benítez, al que también le dieron las gracias para que atendiera sus demandas en contra, ascendiendo a la subsecretaria Estrella Palacios a hacerse cargo de la secretaría.

    Y los que han salido en racimos, son de la SEPyC después de la denuncia que filtró Daniel Amador de que en la dependencia existía una máquina de morenistas para apoderarse de plazas magisteriales y hacer quién sabe qué con ellas, porque hasta no existe ningún procedimiento en contra de nadie, ni del subsecretario Horacio Lora, que se escabulló con su renuncia, pero de siete funcionarios de áreas muy sensibles de la secretaría no se sabe nada.

    Igual ocurre ahora con el despido de ocho altos funcionarios de la Dirección de Transporte, a quien ni siquiera avisaron y solicitaron su renuncia, sino que entraron otros ocho y en la noche ya estaban fuera de sus responsabilidades.

    Lo más que se ha informado al respecto es que habían irregularidades, pero ni siquiera se dijo lo que pasaba en SEPyC, que se trataba de un grupo amafiado en la administración de la secretaría, por aquí no.

    Ojalá y ahora el órgano de control interno del gobierno sea más preciso y consecuente, porque dicen que los van a reubicar, pero no dicen dónde, ni cuándo ni por qué ¿Para qué los corren entonces?

    Comentarios