Fueron años los que MORENA y la 4T presumieron los blasones y medallas de que ganaron el 2018 y creyeron que con ello sería suficiente para refrendar su triunfo, que con el ejercicio de gobierno en estos años han perdido fuerza, brillo, credibilidad y confianza, que ahora después de que el bloque opositor, el frente unido nacional, ha lanzado su convocatoria para preparar sus candidaturas, AMLO y sus huestes, sintieron la punzada como un dolor de muela que llego de repente, tanto así, que decir que sintieron pazos en el azotea es decir poco, sino que han tenido reacciones al sentir que su “caballada” o sus “corcholatas” han sido rebasadas.
Hoy inicia el registro de los precandidatos de la coalición opositora y desde que salió la convocatoria del método de selección, hace diez días, se percibió en el imaginario social, que había surgido un movimiento que como reguero de pólvora, empezó a calentar el ambiente político en el país, que indujo a quienes se habían movido en el tablero político opositor y que los tomo desprevenidos y no imaginaron el tamaño del reto que se había fraguado, que de inmediato algunos dijeran “aquí me bajo”.
Pero otros, como la senadora Xóchitl Gálvez, la alcanzo en el envión de su precampaña y de inmediato adquirió, particularmente la senadora Xóchitl, una velocidad meteórica que en una semana se colocó en la punta de los precandidatos presidenciales de la oposición y ya organizo su comité ciudadano de precampaña con 50 mil activos, al grado de que se está convirtiendo en un fenómeno político.
Fenómeno que MORENA y AMLO aun no alcanzan a digerir al pretender inducir en la opinión publica algunos de sus voceros, que Xóchitl Gálvez es la candidata de AMLO para la oposición y que el “talento político del presidente es tan grande”, que la precandidata opositora es parte del juego electoral de MORENA.
Yo no imagino como se le ocurrió y cuando al presidente López Obrador esa jugada “maestra” y que no vean el tiradero de gobierno que han hecho y el nivel de irritación que ha alcanzado su sociedad.
Ya resultan tan predecibles, que, si pierden la elección presidencial a manos del frente opositor, van a decir que esa alternancia también había sido un diseño político de AMLO, el “maestro” político de México, según ellos por supuesto.
Pero la realidad siempre será más terca que cualquiera y su circunstancia se imponen paso a paso, realidad que a MORENA y la 4T no quieren ver, cuando el tsunami que está levantando Xóchitl Gálvez es muy probable que arrase con la 4T y su gobierno, como ya ocurrió con Vicente Fox y como ocurrió el 2018 con el mismo López Obrador.
Esa ceguera a la que han llegado insignes, ilustres y porristas de la 4T, que no han alcanzado a entender lo que ha provocado su ineptitud, su incompetencia, su soberbia y su antidemocracia, que han construido gobiernos mediocres y de tendencias autoritarias a todos los niveles, convirtiendo a sus lideres en sumisos ante el jefe y abusivos en el poder.
Xóchitl Gálvez se llevo a todos en el arrancadero, pero como esta carrera es de 60 días y culmina el 3 de septiembre, vamos a ver como arrancan los demás, y vamos a ver el fuego desde palacio nacional, el fuego amigo, la lucha fratricida y quien sabe que más, pero lo que es un hecho es que la oposición ya tiene en el ring a su sayo y esperara al de la 4T, ya veremos que pasa.