Xóchitl Gálvez, junto con el frente amplio por México y los partidos PAN, PRI y PRD, han cerrado un ciclo político vital en la lucha por la presidencia del país, al concluir exitosamente una etapa que le ha proporcionado a la oposición a AMLO y la 4T, una formidable candidata, una inédita plataforma política ciudadana y una unidad de partidos que puede aún crecer con otros partidos nacionales, partidos estatales y movimientos civiles de diversas índoles, que formaran un abanico más extenso y con mayores perspectivas. Las marchas de ayer domingo rebasaron las 60 ciudades del país, la marea rosa resurgió.
Se puede decir que hoy México despertó no solo ante un nuevo día, sino ante un liderazgo político potente y esperanzador, que como en los tiempos de la revolución, amalgama la regeneración de los magonistas y del sufragio efectivo y no reelección del maderismo.
La emergencia de Xóchitl Gálvez no es solo el de un liderazgo, es también de una insurgencia social que, como lo dijo en su discurso del monumento de la independencia, es la bandera de la unidad nacional, de la construcción de un México para todos y de una presidencia de la republica que no excluya a nadie.
El discurso por allá en paseo de la reforma, significo una bocanada de esperanza e ilusiones para el pueblo mexicano, al que le hablo con la franqueza y sencillez de un líder que inspira confianza y respeto.
La amalgama de la líder, los ciudadanos y los partidos de oposición, es una tercia de fuerza política que urge reorganizar en un nuevo contexto, en el que la iniciativa política deberá ser permanente para vencer al enemigo que representa el presidente López Obrador y la 4T.
Hoy empieza la marcha nacional hacia el despertar y resurrección de un pueblo, al que le quisieron cortar las alas con el cuento de la 4T, que ahora pretende retomar su rumbo y destino hacia un gobierno de coalición y después un gobierno parlamentario.
Hoy se trata en lo inmediato de recuperar el daño provocado por la demagogia populista y de impedir, que logren mantener la presidencia la autocracia MORENISTA, evitando que López Obrador y sus huestes ganen el 2024, lo que equivaldría a una reelección del presidente.
Ya está claro cuál es el objetivo, pero, sin embargo, la oposición de hoy, Xóchitl, PRI, PAN y PRD, así como los grupos de la sociedad civil, están convocados a organizar el movimiento social electoral que lo viabilicé y eso implica, que los dos millones de apoyos al FAM deben convertirse en 20 millones para el mes de enero, para preparar la batalla del mes de junio y obtener la victoria.
Las implicaciones de un objetivo y unas circunstancias como las descritas, necesitan de un trabajo que supere con creces lo que ahora se ha hecho.
¿Cómo se organizará el replanteamiento del frente amplio por México a partir de hoy? No lo sé, pero de que urge una armonización general de todas las fuerzas que concurren al FAM.
Es un hecho, de que todos los partidos políticos necesitan revisar sus fuerzas en todos los estados también y que las fuerzas sociales necesitan inscribirse en labores políticas, y como todo en su conjunto, tendrán que definir una nueva estrategia para esta etapa, que será inminentemente local.
¿Por qué local? Porque ya está en puerta la definición de las candidaturas locales, por que urge reorganizar los partidos en los estados y por qué eso provocara un movimiento político nacional, en buena medida al que se realizó para la elección de Xóchitl, actividades que serán más intensas, con mayor número de gente, en todas las latitudes del país y que será el ejercito de batalla electoral que encabezará Xóchitl.