Por lógica y por que así ha ocurrido con otros sexenios, el gobierno de AMLO amenaza con una recta final muy complicada, tanto por desatinos acumulados o como por sus desesperos continuistas y quizá lo peor, su soberbia.
Sin duda el mayor desastre que esta dejando el gobierno de la 4T es el saldo de la violencia e inseguridad que baña de sangre todo el territorio nacional con un promedio superior a los 80 asesinatos diarios y lo peor, el salvajismo y el sadismo con que operan las bandas criminales, que ya han aterrorizado a toda la población y a querer o no, paralizan las mentes y los cuerpos de los ciudadanos.
Se ha producido pues, una tragedia nacional donde la ingobernabilidad crece y la impunidad campea en todos lados decretando un estado fallido prácticamente.
Y si eso no fuera suficiente, la salud de los ciudadanos que vienen del peor embate sanitario que se tenga memoria, con un millon de muertes, no es considerada una prioridad nacional, como siempre lo ha sido en los países en guerras en el periodo de reconstrucción.
No, no ha sido así, la salud es hoy por hoy, una actividad de rutina por que creyeron que la posguerra contra el COVID-19, no tendría consecuencias ni tampoco creyeron en sus secuelas, y otras epidemias como tampoco en el deterioro del sistema de salud, mas frágil que nunca.
AMLO le ha apostado a terminar sus obras faraónicas así sean los mayores fraudes financieros y administrativos después del FOBAPROA de Ernesto Zedillo, donde no el déficit de casi dos billones de pesos en el presupuesto 2024 y que pretende un gasto social tan solo en adultos mayores, de casi medio billón de pesos al año, sin reflexionar en lo mas mínimo, para no debilitar su política clientelar y electorera.
El problema esta en que el malabarismo gubernamental no tiene mucho margen, cualquier problema puede explotar y puede ser mas de uno a la vez, al paso de los días, se ve muy difícil controlar la inseguridad y todo lo quieran resumir con entregar a algunos jefes del crimen organizado a los Estados Unidos, por que la ruptura del tejido social que ha producido la inseguridad no la resuelve ese canje político con los vecinos del norte, que acaso les redituara políticamente solo a ellos, pero como medida que ayude a cambiar el clima de inseguridad en Mexico no servirá para nada.
El de la salud, con la crisis que arrastra desde el 2020 y el déficit presupuestal que a decretado AMLO y la 4T para el 2024 del 20% respecto a 2023, significa empeorar mucho mas esa crisis y quien sabe que resulte de los rebrotes de pandemia de COVID y su conexión con el periodo de influenza, que de darse, explotaría en diciembre y enero, al arranque de las campañas electorales.
Y el déficit presupuestal, que agudiza las debilidades presupuestales de los gobiernos estatales y municipales, también arrancara en el año 2024, así pinta el año de AMLO, de bancarrota, no de Hidalgo.