La caída del gobernador Enrique Pérez Arce

    Enrique Pérez Arce, fue sucesor de Pablo Macías Valenzuela en el Gobierno de Sinaloa. Había nacido el 18 de enero de 1889, en la ciudad de El Rosario, Sinaloa, según consta en la copia del acta de nacimiento, fue presentado ante el Oficial del Registro Civil del Rosario, Vicente Valadez, por sus padres Daniel Pérez Arce y Laura Santos, siendo testigos Bonifacio Ocaranza y Juan Balcázar. Hizo sus estudios en la ciudad de Guadalajara y su carrera profesional como abogado la cursó en la ciudad de México.

    El licenciado Enrique Pérez Arce fue “magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, por nombramiento otorgado por la XXX Legislatura, según Decreto 223 del quince de mayo de 1924”. Habiendo sido al inicio de la gestión presidente del Supremo Tribunal de Justicia. “El pleno del Supremo Tribunal de Justicia se integraba con tres magistrados propietarios, tocándole a él ser Magistrado Segundo, compartiendo la responsabilidad con el licenciado Victoriano Díaz quien fue Magistrado Primero, y el licenciado Manuel A. Barrantes, quien era Magistrado Tercero”, se les tomó la protesta de ley por el H. Congreso del Estado el 27 de septiembre de 1924.

    En esa época se nombraba a todos los magistrados para un período de seis años, correspondiéndoles a ellos, el comprendido del lo. de octubre de 1924 al 30 de septiembre de 1930.

    Por su dedicación y capacidad en la ciencia jurídica fue ratificado en el cargo de magistrado después de 1930, hasta que presentó su renuncia el 9 de mayo de 1935, argumentando que se encontraba en la ciudad de México con licencia, situación que le fue aprobada por el H. Congreso del Estado, según decreto 291 de la misma fecha.

    “Por su liderazgo político durante los años que transcurrieron de 1924 a 1935, en que figuró como magistrado propietario, tuvo que combinar esa responsabilidad con otros cargos públicos y por consiguiente solicitar, cuando se requirió, la licencia respectiva; porque como se sabe, durante estos años fue también director del Colegio Civil Rosales y diputado local”.

    Luego vendría su paso por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, como Ministro. “El haber alcanzado esa distinción significó un orgullo para Sinaloa y para su lugar natal, el Rosario. Esta responsabilidad estaba cumpliendo cuando fue postulado candidato del PRI, al gobierno del Estado de Sinaloa”. Manuel Lazcano y Ochoa quien fue Diputado local, Procurador General de Justicia y Secretario General de Gobierno, narra en un pasaje de su libro “Una vida en la vida sinaloense”, a finales  del gobierno de Pablo Macías Valenzuela, este fue convocado a un acuerdo presidencial con el presidente Miguel Alemán para analizar el caso Sinaloa. “Se decidió la candidatura de alguien que no estaba en los ánimos de los grupos políticos locales, la del licenciado Enrique Pérez Arce. En esa sucesión gubernamental, sonaban para el cargo el senador Fausto A. Marín y el Coronel Enrique Riveros”.

    Cuando Alemán recibió a Pablo Macías, el presidente le hizo un comentario «Bueno, pues hay un abogado muy brillante que se destacó en la Revolución y que anduvo con el general Ángel Flores. Ahora es ministro de la Corte. Es un orador muy bueno. Es un intelectual. ¿No ha oído hablar del licenciado Enrique Pérez Arce?». La respuesta de Macías Valenzuela fue “señor presidente, con el debido respeto, pero nombre usted mejor, al señor Obispo”.

    Las elecciones constitucionales para renovar el Poder Ejecutivo, Congreso del estado y Ayuntamientos se celebraron, el domingo 2 de julio de 1950, habiendo obtenido el triunfo con 62,025 votos, aun cuando se nulificaron los resultados del VIII Distrito. El dictamen para la calificación de las elecciones fue elaborado por una Comisión Especial que estuvo formada por los diputados Emiliano Ceceña, del Distrito de El Fuerte, por Eduardo Solorio Gámez, del Distrito de Sinaloa y Guillermo Ruiz Gómez, del Distrito de San Ignacio.

    Luego el pleno de la Cámara de Diputados, aprobó la validez de las elecciones el 20 de septiembre del mismo año, quien lo declaró gobernador electo. Fue habilitado como recinto oficial del Congreso, el antiguo cine Avenida de la ciudad de Culiacán, ubicado por la avenida Álvaro Obregón y ahí tomó posesión del cargo el licenciado Enrique Pérez Arce.

    Tuvo como colaboradores al gran jurisconsulto, Alberto Sánchez González, quien años más tarde sería Presidente del Supremo Tribunal de Justicia. El fue designado por el Gobernador Pérez Arce, como Secretario General de Gobierno, teniendo como Oficial Mayor, a Clemente Vizcarra Franco, un hombre de gran sabiduría y conocimientos filosóficos. Como Subprocurador General de Justicia, fue designado Gonzalo Armienta Calderón, quien décadas más tarde sería rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

    Se cuenta que el Gobernador Pérez Arce era muy errático en las decisiones y siempre estaba distraído con otras ocupaciones como la poesía, mientras el gobierno del estado estaba al garete.

    Esto motivó un malestar en la legislatura local, donde eran diputados, los jóvenes políticos Leopoldo Sánchez Célis, quien representaba al Distrito de Mazatlán y su compadre Antonio Toledo Corro, quien representaba al Distrito compuesto por El Rosario y Escuinapa. Por cierto, Toledo Corro, llegó a la diputación, gracias a la decisión de Pablo Macías Valenzuela.

    Antes de morir Don Guillermo Barraza, quien era proveedor del Gobierno de Don Pablo, nos narró que en abril de 1950, había recibido la visita de Sánchez Célis, quien venía acompañado del joven político Antonio Toledo Corro.

    ¿Cómo te fue con Don Pablo?, le preguntó Barraza a Sánchez Célis. La respuesta de Polo fue “muy bien, Memo, inclusive el gobernador me regaló equipos de bandas de guerra para las escuelas, para que las distribuya, pero no me dio oportunidad de plantearle lo de mi compadre Toño”. “El quiere ser diputado por su pueblo allá en Escuinapa. Imposible le reviró el popular Guillermo Barraza; la diputación ya está dada a Pablo Hinojiante. Pues de eso quiero hablarte Memo, pues aquí traigo un periódico donde Hinogiante, le echa al Gobernador. A ver Polo, dame el periódico y aquí espérame.

    Barraza dejó a Polo y a Toledo en su oficina, mientras aquel subía al despacho del gobernador en el segundo piso y ya frente a Pablo, le mostró el periódico. Él se encolerizó por la publicación y le comentó a su funcionario. Dile al Presidente del partido que borren de la lista a Hinogiante, lo cual aprovechó Barraza, para sugerirle el nombre del Escuinapense Antonio Toledo Corro, quien finalmente fue diputado en esa histórica legislatura.

    En realidad el gobierno de Pérez Arce fue un desastre y las cosas no marchaban bien. Constantemente se le atacaba en la prensa nacional y sobre todo porque había tomado partido en la sucesión presidencial, donde disputaban la candidatura presidencial del PRI, el jefe de Gobierno del Distrito federal, Fernando Casas Alemán y el secretario de Gobernación, Don Adolfo Ruíz Cortinez.

    En una ocasión Antonio Toledo Corro, me hizo un comentario respecto a la caída de Pérez Arce. “No era bien visto en Gobernación y además jugaba en el equipo contrario”, por lo que el 26 de febrero de 1953, el Congreso del Estado, aceptó la solicitud de licencia, misma que al decir de Toledo Corro, no se encuentra anexa al expediente en el Congreso”, pues “ yo la tengo en mi poder desde el día en que se firmó por Pérez Arce” y forma parte de los archivos privados que dejó el exgobernador Antonio Toledo Corro.

    Presionado por Gobernación y la conjura política encabezada por Sánchez Célis y Toledo Corro, el gobernador Enrique Pérez Arce, se vio obligado a solicitar una licencia para separarse del cargo y El Congreso del Estado, representado por la XL Legislatura, hizo uso de la facultad de nombrar a un gobernador sustituto, como lo fue el Dr. Rigoberto Aguilar Pico, para dar respuesta a la solicitud de licencia.

    La Legislatura estaba integrada por los diputados: José A. Burgueño por el Distrito de Ahome; Emiliano Ceceña Gámez por el Distrito de El Fuerte; Félix Enrique de Saracho por el Distrito de Choix; Dr. Joaquín Duarte López por el Distrito de Culiacán; Antonio Espinoza Jr. por el Distrito de Guasave; Gonzalo Padilla Martínez por el distrito de Cosalá; Ricardo Riveros por el Distrito de Mocorito; Ramón Rodríguez por  el Distrito de Concordia; Guillermo Ruiz Gómez por el Distrito  de San Ignacio; Leopoldo Sánchez Celis por el Distrito de Mazatlán; Eduardo Sobrio Gámez por el Distrito de Sinaloa; Manuel Sosa Campaña por el Distrito de la costa de Culiacán; y Antonio Toledo Corro por el Distrito de El Rosario y Escuinapa.

    Pérez Arce, jurista, poeta, tribuno, educador, político, periodista y escritor, se retiró de la vida pública y se refugió en la poesía que era su pasión. Murió en 1953 en la ciudad de Tlaquepaque, Jalisco. De su paso por el Gobierno de Sinaloa, nadie se acuerda, pero si de su composición a la Tambora Sinaloense:

    LA TAMBORA

    “Por los arroyos del rancho

    entre mucho sombrero ancho

    y entre mucha yegua mora,

     la «palomilla» de Pancho

    trae de «gallo» la tambora!

     La tambora en esta tierra

    es la banda primitiva;

    es la música nativa

    que el alma del pueblo encierra…

    ¡Música de amor y guerrade una raza pensativa!”

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