Las calenturas políticas, mal de muchos

    No les a importado que tan bien o que tan mal gobierne AMLO y la 4T, lo que importa es como siguen colocados en los gobiernos.

    Yo creo más bien, en algún momento de la vida, todos padecemos “calenturas políticas”, desenfrenos y hasta quizá, sueños de grandeza, resultando estas más recurrentes en las etapas tempranas de nuestra vida, en la adolescencia y la juventud, cuando el optimismo se sobrecarga de ilusiones y creemos que “Roma se construyo en un día”, como si chasqueando los dedos las cosas se hicieran realidad, pero ya después de más de cuatro décadas acumuladas, en la cúspide de la mitad de la vida, seguir con esas ilusiones y utopías, ya suena a otra cosa dirían en el rancho.

    Por eso no me asombra que muchos de los AMLOvers no sean esa juventud pujante y ansiosa que los desborda la naturaleza, si no añejas personas que se olvidaron de los sueños y creen que el sentido de la vida se tasa en pesos y centavos, pero lo más lamentable aún es cuando lo vence la vulgaridad de negarse a si mismos en aras de “algo más”.

    Con el triunfo de AMLO y la 4T han considerado la cima del pensamiento democrático y transformador, por el solo hecho de haber alcanzado el poder político sin importar los hechos de su desempeño y viven de sus dichos, aunque sean una cantidad infinita de mentiras y engaños.

    Y esos integrantes del amlovismo, tienen un núcleo de viejos militantes de las diversas corrientes de izquierda que proliferaron en el país a partir de 1968, que fue parte de la transición democrática, la alternancia en los gobiernos y la modernización del Estado mexicano, que perdió la batalla contra la ideología neoliberal del individualismo para rendirse a las disputas del reparto de poder, recuperando la vieja frase de “el Tlacuache”, don César Garizurieta, “vivir fuera del presupuesto, es vivir en el error”.

    Por eso no les a importado que tan bien o que tan mal gobierne AMLO y la 4T, lo que importa es como siguen colocados en los gobiernos sea como sea, dijera Felipe Calderón.

    Solo así se explica que mentes tan viejas, experimentadas y muchas muy académicas, aplaudan y festinen todo lo que diga y haga AMLO, así sea la más burda mentira o el mas graso error de gobierno.

    Por eso aplaudieron la destrucción del aeropuerto de “Texcoco”, la construcción de la refinería de “Dos Bocas” cuando entramos a la era de la electricidad para sustituir el petróleo o un aeropuerto sin pies ni brazos y casi sin cabeza como el AIFA, por ejemplo.

    Y no se diga infinidad de latrocinios al erario público de “insignes” funcionarios “patriotas” casi hermanos de AMLO, como los que saquearon SEGALMEX.

    O la destrucción de múltiples fideicomisos para financiar las obras ociosas e improductivas que se le ocurrieran al presidente AMLO sin existir, por lo menos en “Dos Bocas”, AIFA y Tren Maya, proyectos técnicos y financieros.

    Como ahora también están desmantelando la modernización del estado que promovió la propia izquierda desde los años noventa, como son todos los órganos autónomos, la destrucción del sistema judicial, la subordinación del INE al presidente en turno, la desaparición de la transparencia y la rendición de cuentas.

    En síntesis, como decía el viejo Marx hace 150 años, “y todo por un plato de lentejas”.

    Solo para terminar, ¿no le parece algo tan burdo, como la violación a la autonomía de la UAS, violando la Constitución del país?, ¿cómo es que siendo doctores en ciencias políticas no hayan reparado en lo que dice la carta magna al respecto?, ¿son tontos u otra cosa?

    Pero ya los veremos en su comportamiento después de que AMLO se retire ¿para dónde agarrarán?

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