Aunque ahora puedes realizar tus compras de manera más rápida al acercar tu tarjeta a la terminal y autorizando el pago, esta modalidad también facilita los faudes.
Dichas tarjetas usan la tecnología NFC (Near Field Communication), la cual te permite realizar transacciones acercando la tarjeta a una terminal, sin la necesidad de introducirla ni teclear un NIP en montos menores a 400 pesos.
Sin embargo, existen algunas vulnerabilidades que son aprovechadas por los estafadores. Entre los fraudes y estafas más comunes se encuentran:
El skimming sale a relucir, cuando un dispositivo malicioso toma la información de la tarjeta cuando se acerca a una terminal alterada.
Dichos dispositivos suelen colocarse de manera imperceptible en cajeros automáticos o en terminales de pago en tiendas, lo que permite a los criminales robar tus datos sin que te des cuenta.
Las cajas negras son lectores portátiles que aparentan ser terminales legítimas y roban los datos de las tarjetas durante el proceso de pago.
Los fraudes RFID aprovechan los lectores portátiles que pueden escanear las tarjetas a corta distancia, no importa si están en tu bolso o cartera, aquí los maleantes, pueden robar los datos sin contacto directo con la tarjeta.