Mocorito, Sinaloa.- El nombre de Arnoldo Martínez Verdugo fue inscrito en letras doradas en la Sala de Cabildo del H. Ayuntamiento de Mocorito, en reconocimiento a su invaluable contribución a la vida política de Pericos, Mocorito, Sinaloa y México.
Este homenaje, aprobado unánimemente por el cuerpo de regidores y la Síndica Procuradora en una sesión reciente, busca perpetuar el legado de un hombre de principios y convicciones firmes, cuyo impacto trascendió fronteras.
El evento contó con la presencia de Abel Martínez Verdugo, hermano del homenajeado, quien participó en la develación de las letras doradas.
En su discurso, el Presidente Municipal, Enrique Parra Melecio, destacó que este acto no solo honra la memoria de Arnoldo Martínez Verdugo, sino que también hace justicia a un líder que luchó incansablemente por un México más democrático.
Parra Melecio subrayó el carácter emblemático del homenajeado, señalando que sus esfuerzos dejaron una huella imborrable a nivel estatal, nacional e internacional, en tiempos que demandaban un compromiso profundo y decidido.
“Nos sentimos profundamente satisfechos de rendir este homenaje a un hombre que tanto hizo por Pericos, por Mocorito y por Sinaloa. Es un honor para este Ayuntamiento reconocer su legado”, expresó el Presidente Municipal.
Por su parte, Abel Martínez Verdugo calificó el acto como un momento histórico e inolvidable para su familia. “Aunque inesperado, este homenaje era un anhelo que tarde o temprano se haría realidad, pues el pueblo siempre reconoce a quienes han contribuido a su bienestar”, afirmó.
Martínez Verdugo enfatizó que el nombramiento de la Sala de Cabildo no solo enorgullece a su familia, sino que también representa un ejemplo inspirador para las nuevas generaciones, quienes pueden aprender del camino recto que Arnoldo Martínez Verdugo siguió, basado en la sinceridad, la verticalidad y la honestidad.
“Estamos profundamente agradecidos con la Presidencia Municipal y con los habitantes de Pericos y Mocorito. Este homenaje es un orgullo que sentimos en el corazón y en el alma”, concluyó.
