Una mujer ha desatado un debate, al contratar a un repartidor de comida para que lleve a su hijo a la escuela.
En este hecho sucedido en el sur de China, la mujer ha alegado que las frías mañanas de invierno la desmotivaban a levantarse temprano.
Su iniciativa ha inspirado a otros padres en situaciones similares, como una mujer de Henan que utiliza a repartidores debido a su agotador turno nocturno y otra en Chengdu que recurrió a este servicio durante fuertes lluvias.
Aunque algunos elogian la creatividad y destacan el profesionalismo de algunos repartidores, otros cuestionan la seguridad de confiar niños a personas extraños.
Empresas de logísticas han advertido que transportar personas no está dentro de sus servicios, y que quienes acepten estas solicitudes violan políticas internas y pueden enfrentar sanciones.
Las tarifas que ofrecen estos hombres oscilan entre 10 y 20 yuanes (1 a 3 dólares).
