“En nombre de nuestro señor, le pido que tenga misericordia de la gente de nuestro país que tiene miedo”, dijo la obispa Mariann Edgar Budde durante su sermón, parte de un Servicio Nacional de Oración interreligioso en honor a la toma de posesión de Trump.
“Permítame hacer una última súplica, señor presidente: millones han depositado su confianza en usted y, como le dijo a la nación ayer, usted ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso”.
Edgar Budde dijo que había “niños homosexuales, lesbianas y transgénero en familias demócratas, republicanas e independientes, algunos de los cuales temen por sus vidas”.
Al regresar a la Casa Blanca este martes, Trump respondió a una pregunta de los periodistas cuestionando él mismo qué pensaban sobre el servicio religioso.
“No fue muy emocionante, ¿verdad?”, dijo. “No pienso que haya sido un buen servicio, no. Podrían haberlo hecho mucho mejor”.