Hoy El Reflector se escribe desde la Ciudad de México, a dos días del inicio de un nuevo gobierno federal. En medio de muchas noticias.
La marca es Andrés Manuel López Obrador. Lo decimos, y sin temor a equivocarnos, que es un caso Sui Géneris. Para quienes viven en zonas como la misma capital del país, lo entienden perfectamente.
Como en ninguna otra parte. El nuevo presidente que tiene una aceptación social impresionante; histórica, quizá. El equipo de ReflectoresMX que estuvo presente en la cobertura de Transmisión de Mando, palmó este fenómeno.
Es devoción, adulación. Es visto como el mandatario que hará justicia a las clases sociales más desprotegidas. Vimos un discurso lleno de promesas por cumplir que quieren acabar con el nicho de la corrupción, y que la Vox Populi conoce. La percepción de ‘los moches’ y los lujos a todos los niveles.
Una propuesta popular por terminar de tajo con reformas como la educativa. El acabar con ‘lujos’ al vender el avión presidencial Boeing Dreamliner 787 que costó casi 3 mil millones de pesos. Que por cierto ayer fue exhibido en el hangar presidencial.
La penetración de la marca política del tabasqueño es increíble.
Fueron 100 puntos los leídos en el Zócalo. Frente a miles. Todos encaminados a mejorar la vida de los mexicanos. El de tener un gobierno más austero. El tema es que el presidente de la República no hablado de muchos de los cómos. Prometer cambios de fondo, obliga a pensar que López Obrador debe estar muy bien asesorado y apoyado por personas de poder económico en México.
¿Este discurso podrá aguantarle para mejorar la calidad de vida de más del 44 por ciento de mexicanos, que viven en alguna clase de pobreza?. En los primeros dos años lo sabremos.
Evidentemente es una esperanza. ¿O cuántos políticos de México pueden mantener un discurso de una hora con 35 minutos, y que unas 160 mil personas permanezcas paradas y atentas?, quienes estuvieron aplaudiendo o coreando porras como ‘es un honor estar con Obrador’…
Ver cómo cientos de personas buscaban un saludo, un estrecho de manos, una fotografía, fue impresionante. Esperarlo parados pegado a las vallas por horas, no importaba. Todo con tal de saludarlo. Como si fuera la primera vez que lo ven y lo escuchan.
La adulación se ve y se siente en cada rincón de la Ciudad de México, que es de donde se escribió El Reflector. Contra eso, ahora los partidos de oposición tendrán un largo y sinuoso camino por recorrer.
Por ello, creemos que el bono de Andrés Manuel puede durar casi todo el sexenio, sin embargo tenemos dudas respecto a que diputados y alcaldes de Morena a nivel local cumplan con la expectativa, quienes es innegable que ganaron gracias al tsunami que generó el tabasqueño.
Y aquí es donde entra Sinaloa. ¿Les alcanzará a estos actores tres años para colgarse de las promesas refrendadas ayer por el presidente o serán realmente genuinos?… Tenemos nuestras dudas y pensamos que si no trabajan, el globo rápido se desinflará. El tiempo lo dirá.
Andrés Manuel llegó con 30 millones 47 mil 381 votos, que no hizo otra cosa que confirmar un tsunami que arrastró a varios que estaban arriba de la ola.
De este modo, José Antonio Crespo, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), experto en temas electorales, ha recalcado que López Obrador obtuvo el mayor porcentaje de votación de los últimos 30 años, superando el 50.3% de Carlos Salinas de Gortari, en la elección de 1988.
Estos datos reflejan una pauta histórica en las elecciones presidenciales recientes de México, que confirman lo vivido el 1 de diciembre.