En México, alertan por daño pulmonar ligado al vapeo

Hay evidencia científica de que, a corto plazo, los dispositivos electrónicos perjudican el funcionamiento de los pulmones

Sin duda el cigarrillo electrónico ha venido a sustituir al tabaco para muchas personas que quieren dejar de fumar, pero más que eso ya se ha convertido en una moda, principalmente entre los jóvenes.

El ‘vapeo’ como es conocido, se ha popularizado incluso entre los artistas, quienes también lo promocionan a través de sus redes sociales, el caso más reciente, Belinda.

Sin embargo esta práctica está lejos de ser una mejor opción, usarlo podría causar serios daños a la salud, y en algunos casos la muerte.

La venta de estos dispositivos es ilegal en varios países como México, pero su comercialización ha ido en aumento. Ante ello, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (Iner), alertó sobre el daño pulmonar al utilizar estos dispositivos electrónicos.

Recientemente se ha notificado a través del Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y de la Administración de Fármacos y Alimentos que hay más de 200 casos documentados de pacientes con lesión pulmonar grave en al menos 25 estados de Estados Unidos, asociados con el uso de cigarrillo electrónico, la mayoría de ellos adolescentes y adultos jóvenes.

De acuerdo al INER, los cigarrillos electrónicos generan un aerosol a través del calentamiento de un líquido que contiene nicotina, glicerina y saborizantes, que alcanza ampliamente al sistema respiratorio, debido al pequeño tamaño de las partículas generadas (100-160 nm).

En el aerosol inhalado se han encontrado, en general, cantidades mucho menores que en el humo del cigarro, muchos compuestos tóxicos, provenientes del calentamiento del líquido, del dispositivo o procedentes de la batería, varios de ellos, conocidos carcinógenos o irritantes.

La irritación es capaz de generar inflamación en las vías respiratorias, síntomas respiratorios en personas previamente sanas, o un empeoramiento de síntomas respiratorios en pacientes con asma, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o fibrosis quística.

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