El vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, ha sido blanco de fuertes críticas tras llegar con una caravana de ocho autos blindados a una isla donde el transporte es sólo en bicicletas, patines, carruajes y caballos.
Y es que en la isla de Mackinac (Michigan), se caracteriza por la prohibición de los automotores desde hace 120 años, a excepción de los vehículos de emergencia y las motos de nieve durante el invierno.
Incluso cuando el presidente estadounidense Gerald Ford visitó el lugar junto a su esposa en 1975, ambos se desplazaron por ella en una carroza tirada por caballos.
Pence llegó con una caravana de ocho camionetas negras a fin de participar en la conferencia bienal de liderazgo del Partido Republicano, celebrada allí este fin de semana.
Muchas de las voces han calificado este acto como una falta de respeto y hasta «un sacrilegio» por quebrantar la restricción que rige en el territorio desde 1898.
La policía local contrasto, ya que mientras el vicepresidente circulaba, la Policía que lo escoltaba utilizaba las acostumbradas bicicletas.