Culiacán, Sinaloa.- Durante las dos horas que duró la audiencia, su mirada era fuerte. Siempre mirando a quienes lo acusaban.
En el extremo contrario de donde estaba sentado Edgar Vladimir, acusado de asesinar de 7 balazos a Diana Giselle, quien era su novia, está la parte acusadora, que es la Fiscalía General.
Del área de encarcelamiento de la Sala de Juicios Orales, el joven de sólo 23 años es sacado por el agente de la policía procesal con la cabeza agachada.
Se sienta e inmediatamente busca la cara de quien lo acusará de matar sin piedad a la joven con cuatro meses de embarazo, bebé del que se asegura, era su hijo.
Lo vieron.
En base a la declaración de la Fiscalía, el padre de la víctima observó la madrugada del 22 de septiembre cuando el joven llegó a afuera de su casa y entonces el señor le dijo: ahí te vienen a buscar, mientras su hija le respondió, «no pasa nada».
Según consta en las declaraciones, a los segundos después escuchó balazos, luego observó a Edgar Vladimir con una pistola en la mano y posteriormente correr por el callejón que comunica a su casa en la sindicatura de Bacurimí.
Por las acusaciones basadas en la autopsia de ley, Diana Giselle fue asesinada a sangre fría de siete balazos con un arma 9 milímetros.
Posteriormente a ello, dijo la Fiscalía, testigos vieron la camioneta Chevrolet S10 en el lugar de los hechos, la cual en base a las investigaciones, es propiedad del padre de este joven incriminado del delito de feminicidio por relación de hechos y aborto.
Los mensajes.
«Mi amor te quiero ver», fue uno de los mensajes por WhatsApp que habría escrito Edgar Vladimir a Diana Giselle la madrugada del 22 de septiembre.
Cuando los leyó, ella se habría resistido a ver otra vez a su pareja, de quien estaba embarazada y quien la había golpeado y amenazado con una pistola el 17 de septiembre, mismo día que ella lo acusó ante el Ministerio Público.
En base a los elementos de prueba de la Fiscalía obtenidos de uno de los celulares de ambos, es que se supo que la madrugada de ese día, él le insistió por mensajes en verla. A pensar de la resistencia la convenció cuando la hoy víctima contestó con un «sale».
La declaración ministerial del padre de la jovencita, afirmó que él vio al hoy imputado con una pistola en la mano después de cometer el crimen y escapar.
Inmediatamente salió a ver lo que había pasado observando a su hija en el suelo ensangrentada. Detrás lo hizo rápido su abuela.
Dijo que no pasaron más de 10 minutos de plática de su hija con el sujeto, cuando sobrevinieron los balazos que retumbaron el vecindario.
A pesar de que el bebé que gestaba en su vientre no sufrió ningún disparo, murió a consecuencia de la interrupción de la circulación de la sangre de su madre, cuando sufrió el atentado.
En el mismo sitio del hecho, investigadores aseguraron ocho casquillos percutidos y dos balas.
Los oficios de investigación llevaron a la Fiscalía a asegurar la camioneta negra que fue vista aquella madrugada del crimen, días después y a las afueras del domicilio de los padres de Edgar Vladimir, quien vive en el fraccionamiento Valle Alto.
En base a testimonios que quedaron asentados en la causa penal 1289/2019, se descubrió que el inculpado de matar a su novia con la que tenía seis meses, es que este dio a guardar el arma a un amigo vecino.
Pide tiempo.
La defensa particular de Edgar Vladimir escuchó las imputaciones pidió la duplicidad de término al juez de la causa, Adán Alberto Salazar Gastélum, quien concedió el derecho.
Será hasta el próximo viernes, cuando en base a las pruebas que aportará la defensa del señalado, que el juez determine si vincula o no a proceso a este joven que es acusado de asesinar a sangre fría y sin dar oportunidad de ventaja a la joven de 19 años.
