México requiere mayor inversión en su gente, para una mejor calidad de vida

    De acuerdo con el Compendium of Productivity Indicators (Compendio de Indicadores de Productividad) de la OCDE 2018, la continua desaceleración en el crecimiento de la productividad tiene un fuerte peso en el descenso del nivel de vida.

    El estudio de la CEPAL “Productividad y brechas estructurales en México” (2016), afirma que el crecimiento promedio anual de la productividad laboral de México entre los años 2000-2014 (0.9%) fue significativamente menor que el de los Estados Unidos (2.1%), lo que ha ampliado la brecha entre ambas economías. En caso de continuar avanzando a estas tasas, a los Estados Unidos le llevaría 34 años duplicar su nivel actual de productividad, mientras que a México casi 78 años.

    La mayor inversión en la gente (en capital humano) y en tecnologías de punta, son dos elementos clave en el diseño de las políticas públicas que se habrán de poner en marcha por el actual Gobierno en México; estudiosos del tema (Solow, Becker, Schultz, Mincer, Romer, Lucas), encuentran que ambos elementos clave tienen un efecto directo en la productividad y, por tanto, en el crecimiento económico de mediano y largo plazo; y, podemos suponer que, de acompañarse de un escenario de menor desigualdad económica y social, el impacto sería benéfico en términos de calidad de vida y en el estado de felicidad percibida por las personas.

    Dejando de lado el elemento tecnologías de punta, en esta ocasión nos centraremos en la mejora del capital humano, invirtiendo en la gente a través de la educación, salud y alimentación. Avanzar en los actuales retos que encierra cada uno de estos tres factores, significa dar cumplimiento a Derechos Sociales fundamentales, consagrados en los artículos 3 y 4 de nuestra Carta Magna.

    Al respecto, una importante institución nacional con la que he colaborado, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), me envió la semana pasada tres estudios que acaba de publicar (octubre y noviembre de 2018). En éstos realiza los diagnósticos, a saber más recientes, relacionados con los tres temas en mención, utilizando el Enfoque Basado en Derechos. A continuación les comparto algunas conclusiones que resalta CONEVAL, sobre los retos más importantes en los temas que comento:

    Retos de la educación. 1) Incrementar la disponibilidad de instituciones en educación media superior y fomentar el acceso y permanencia de los estudiantes en mayor situación de vulnerabilidad que cursan este nivel educativo; 2) Mejorar la infraestructura educativa para garantizar condiciones óptimas de aprendizaje a todos los titulares del derecho; 3) Propiciar la asistencia a la educación preescolar; 4) Disminuir las inequidades en el acceso y disfrute del derecho entre grupos de población, 5) Asegurar que la calidad de la educación sea igualitaria entre la población que asiste a distintos tipos de escuela, 6) Disminuir el porcentaje de población adulta en rezago educativo que no accede al derecho a la educación, 7) Mejorar el aprovechamiento escolar de los alumnos, e 8) Implementar estrategias encaminadas a mejorar la formación docente.

    Retos de la salud. 1) Avanzar en la integración del sistema público de salud, reduciendo su fragmentación y mejorando los mecanismos de coordinación interinstitucionales, 2) Mejorar la calidad y eficiencia del gasto en salud definiendo criterios claros para una asignación equitativa y resolutiva de las necesidades prioritarias de atención de la población, 3) Aumentar la infraestructura en salud con especial énfasis en el primer nivel de atención, así como mejorar su distribución con base en las necesidades de la población, priorizando a las comunidades rurales y de difícil acceso geográfico, 4) Promover la generación de recursos humanos para la salud, atendiendo la calidad en la formación del mismo y generando mecanismos para incentivar su distribución territorial con relación a las distintas necesidades en toda la extensión del país con especial atención a las zonas detectadas con insuficiencia de personal calificado, 5) Mejorar la calidad en los servicios de atención a la salud, considerando en lugar central al paciente, sus necesidades, expectativas y preferencias, entre otros.

    Retos de la alimentación. 1) Reducir las diferentes manifestaciones de desnutrición y anemia; 2) Disminuir la prevalencia de sobrepeso y obesidad en toda la población con atención especial a la población infantil; 3) Garantizar el acceso a una alimentación adecuada con énfasis en la población de menores ingresos y de comunidades rurales; 4) Mejorar la oferta, distribución y sanidad de alimentos.

    Respecto al primer tema -el educativo-, es interesante comentar que en pocos días más se abrirá el debate en el Congreso de la Unión sobre la iniciativa del presidente López Obrador, para abrogar la reforma educativa heredada por Peña Nieto. Al parecer, se pondrán en el centro del ejercicio parlamentario la calidad y equidad educativa. Éstas son asignaturas torales si se aspira que a futuro se debe elevar la productividad y el crecimiento económico y, sumado a ello, aminorar inequidades para abrir ventanas de oportunidad, todo ello invirtiendo en la gente para una mejor calidad de vida de los mexicanos. Estemos atentos.

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