Culiacán, Sinaloa.- La Secretaría de Economía del estado aceptó que la Red Fosin, la plataforma de prestamos que fue creada desde el sexenio de Juan Millán, se encuentra literalmente “quebrada» por el número de personas que en su tiempo recibieron un crédito y que ahora no pagan.
El secretario de Economía, Javier Lizárraga Mercado precisó que se puede hablar de una quiebra literal, considerando el número de morosos que se arrastran desde hace tres administraciones atrás.
Precisó que la morosidad de los acreditados asciende a 221 millones de pesos, de los cuáles sólo se han logrado recuperar el 10 por ciento de lo prestado.
Reconoció que se estima en 8 mil créditos o personas las que debe a este órgano desconcentrado de la Secretaría, y en que en sus casos están “boletinados” por créditos que fueron de los 10 mil hasta los 250 mil pesos.
Durante una rueda de prensa que fue convocada para conocer los “Indicadores Económicos 2019″, fue la subsecretaria de Gestión de Fondos y Financiamientos, Morayma Yaseen Campomanes, la que reconoció que en estos deudores aparecen políticos, sus familiares y algunos empresarios.
“Hay que decirlo hay políticos y hay parientes de políticos. Los tenemos claramente identificados”, dijo, pero no se citaron nombres
Sostuvo que todas las personas, sin excepción han boletinados ante el Buró de Crédito.
“Todos los casos están en un proceso de cobranza, estamos en algunos casos, incluso con abogados…Todos sin excepción están en Buró de Crédito”, subrayó.
La funcionaria advirtió que como una medida de presión se ha tenido que recurrir a los avales de los beneficiarios para poder tener una respuesta más positiva.
Ante esta situación, reconoció que que como una forma de recuperación, se han tenido que empezar a condonar todos los intereses para dejar solo el capital prestado.
Yaseen Campomanes admitió que en las administraciones pasadas desafortudamente no se vigiló que el dinero público que se prestaba, fuera realmente a la actividad productiva.
Y peor aún: en algunos casos no se dejaba claro que se trataba de un crédito que debía pagarse, o se entendía que era regalado o a fondo perdido.
-“¿Si el gobierno fuera como una de esas casas financieras que prestan, el Gobierno ya estuviera quebrado, se puede decir?”, se le cuestionó al secretario a Lizárraga Mercado.
“Sin duda”, contestó.