El presidente Andrés Manuel López Obrador, en su intenso peregrinar por el país, llegó la noche del sábado a Culiacán. Fue recibido en el aeropuerto federal de Bachihualato, por el gobernador Quirino Ordáz Coppel, quien le acompañó hasta el Hotel Lucerna, donde se instaló. Al día siguiente, antes del desayuno con el gobernador, el presidente, grabó un mensaje desde el balcón de su habitación, teniendo como fondo el rio Tamazula y todo el sur de Culiacán.
El mensaje fue claro por parte del presidente. Inspirar confianza a los mexicanos de que las cosas en materia de salud, van por el camino correcto y pidió a la población mantenerse en casa. Cabe destacar que es icónico que el hotel donde se hospedó el presidente, es el mismo donde convaleció, el primer infectado en Sinaloa por el virus Covid-19.
El largo trayecto de Culiacán a la Tuna, Badiraguato, donde se encuentra el frente de la obra carretera, permitió a Quirino hacerle diversos planteamientos que son necesarios para el desarrollo turístico del estado, resaltando “el de la construcción de una nueva terminal de cruceros para Mazatlán. Ordaz Coppel solicitó al presidente que empuje esta obra, ya que podría ser un buen detonante para la economía de la región, sobre todo en medio de la crisis sanitaria y las repercusiones económicas que se avecinan. El tabasqueño no solo apoyó la obra, si no que se comprometió a que la licitación se realice el próximo mes, con la intención de que el proyecto se haga realidad lo más pronto posible”.
Durante la prolongada charla, Quirino Ordáz Coppel, agradeció al presidente, el acuerdo tomado por Segalmex, para apoyar al campo sinaloense en las cosechas de maíz, estableciendo el precio objetivo y la certidumbre para el campo sinaloense de pagar a cuatro mil ciento cincuenta pesos la tonelada del grano. Al llegar a la Tuna, el presidente fue informado de que la madre de Joaquín Guzmán Loera, Doña Consuelo Loera Pérez, quería entregarle una carta en la que solicitaba su intervención ante el gobierno americano, para que le otorgasen una visa humanitaria para poder ver a su hijo.
Aún cuando Doña Consuelo no se encontraba presente en el lugar del evento, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ordenó que fuese el Súper Delegado en Sinaloa, Jaime Montes salas, quien recibiera la carta. El evento fue transmitido en vivo vía satélite a través del canal de Milenio. “El Presidente Andrés Manuel López Obrador supervisó la construcción de la carretera Badiraguato-Guadalupe y Calvo la cual conectará a Sinaloa con el estado de Chihuahua”.
En su discurso el presidente explicó que será hasta el 2022 cuando concluya el proyecto que requerirá al menos 800 millones de pesos más de inversión”. “Actualmente se ejercerán 400 millones de pesos para construir los kilómetros siguientes. «Aquí estamos a mil 400 metros sobre el nivel del mar pero vamos a terminar a 2 mil 600 metros sobre el nivel del mar, además de la serranía, de lo agreste, la altura, vamos a ir subiendo. Lo importante es que tenemos lo fundamental para salir adelante y terminar esta obra. Tenemos voluntad, decisión de hacerlo, contamos con el presupuesto necesario. Este año tenemos disponible 400 millones y si se necesita más vamos a ampliar el presupuesto», dijo”.
Cuando le tocó el turno de intervenir a Quirino, destacó que durante la administración del presidente Enrique Peña Nieto, había planteado la necesidad de la continuación de la obra carretera que uniría a Badiraguato con Guadalupe y Calvo en el estado de Chihuahua, pero que su petición fue ignorada. “El Gobernador Quirino Ordaz Coppel detalló que con la edificación de la carretera podrán trasladarse 100 mil personas de 19 comunidades de Badiraguato. Destacó que este corredor será importante para el comercio y el turismo para Sinaloa y Chihuahua”.
Se sabe con la información disponible de la Secretaría de Transportes y Comunicaciones que, “de 2004 a 2019 el Gobierno Federal ha invertido mil 350 millones de pesos, de los cuales 937 millones fueron aportados por la Federación y 413 millones de pesos el Estado. La longitud total de la carretera será de 140 kilómetros con una inversión total de 2 mil 650 millones de pesos, con un tráfico de mil 266 vehículos por día. El avance de la obra es del 80 por ciento”.
Al terminar el evento y cuando la comitiva presidencial se disponía para emprender el regreso a Culiacán, Andrés Manuel López Obrador fue informado de que en el lugar, se encontraba Doña Consuelo Loera Pérez y que quería saludarlo. De inmediato el presidente caminó hasta el vehículo de Doña Consuelo y le extendió la mano en señal de saludo. Este fue breve y el presidente le dijo que ya había recibido la carta y que se harían las gestiones apropiadas. Hoy por la mañana, durante la celebración de la conferencia mañanera en Palacio Nacional, el presidente López Obrador, defendió la postura del saludo a Doña Consuelo, al expresar que en los diversos eventos le tiene que dar la mano a “delincuentes de cuello blanco”.
Reiteró el presidente “Sí, la saludé. Hicieron también un escándalo nuestros adversarios, los conservadores, fui a la supervisión de un camino de Badiraguato a Guadalupe y Calvo, es un camino importantísimo que va a atravesar la Sierra Madre Occidental, va a beneficiar a más de cien comunidades marginadas. “Y el camino está hasta ahora en construcción adelante de un poblado que se llama La Tuna, y ahí vivía la señora y ella fue a donde se hizo la explicación sobre el camino y me dijeron que estaba ahí, que quería saludarme, me bajé de la camioneta y la saludé, es una señora de 92 años y ya dije: la peste funesta es la corrupción no un adulto mayor que merece todo mi respeto, independientemente de quien sea su hijo”, afirmó en conferencia. El Mandatario señaló que gestionará con autoridades estadounidenses para que Consuelo Loera viaje a ese país y pueda ver a su hijo, quien se encuentra recluido en una prisión de máxima seguridad de Florence, Colorado, por cuestiones humanitarias. Con esa actitud, Andrés Manuel López Obrador, mostró su lado humanista, como el mismo se define.