El líder del grupo delictivo de ‘Los Zetas’, Moisés Escamilla May, falleció dentro del Penal Federal de Puente Grande en Jalisco a consecuencia del Covid-19.
Personal médico adscrito al Centro Federal de Reinserción Social, (CEFERESO) número 02, ubicado en el municipio de El Salto, solicitó la presencia de peritos del Servicio Médico Forense debido a que el reo, apodado “el Gordo May”, convalecía en el hospital penitenciario, y se constató su deceso por COVID-19, enfermedad por la que era atendido desde el pasado 6 de mayo, día en el que comenzó con problemas respiratorios.
Su deceso se notificó junto a otros dos, ocurridos en clínicas del IMSS, y se suma a las muertes por la enfermedad, que ascienden a 48 en la entidad.
El hecho ocurre en el momento en que el reclusorio vecino, administrado por el gobierno de Jalisco, atiende a 74 reos contagiados por coronavirus.
Cabe señalar que en 11 años y 5 meses de reclusión, nunca presentó ningún problema de salud, ni padecía ninguna enfermedad.
Moises Escamilla era un interno considerado como ‘de alta peligrosidad’; el juez Tercero de Distrito en Materia Penal de Jalisco, le dictó una condena de 37 años por delincuencia organizada, portación de armas de fuego de uso exclusivo del ejército, y por su responsabilidad en la decapitación de 12 personas en Yucatán.
Fue detenido el 28 de agosto del 2008, en el fraccionamiento El Azul, de Cancún, Quintana Roo, por la Policía Federal, al ser jefe de una célula del grupo delictivo de Los Zetas, denominada ‘Zetas Vieja Escuela’.