La pandemia y el 2021

    No quiero dejar pasar la oportunidad para dar las gracias a mi amigo Rafael González, director general de ReflectoresMX por la invitación a escribir esta columna. Varios amigos y amigas sinaloenses me animaron a hacerlo, por lo cual estoy hoy ante ustedes expresando mis ideas. Deseo sea de su agrado.

    En el ámbito político-electoral los tiempos se aceleran. En menos de un año tendremos elecciones federales y en nuestro Estado elegiremos a nuestro próximo gobernador, alcaldes, regidores, diputados federales y locales; a partir de estos días la carrera para las candidaturas está a todo su apogeo.

    No podemos pasar inadvertido que la recta electoral está acompañada de tiempos inéditos, pues sufrimos de la pandemia causada por el Covid-19 que, sin lugar a dudas, impactará en las elecciones del 2021.

    Lamentablemente en México, -según cifras de la Secretaría de Salud federal del 30 de julio- han muerto más de 44 mil personas por el virus SARS-CoV-2; y más 2 mil son sinaloenses y se registran 395 mil 489 casos confirmados en todo el país. Estamos en el cuarto lugar mundial de muertes, solo nos superan Reino Unido, Brasil y Estados Unidos. Si seguimos con la tendencia actual de incremento, pronto superaremos a Reino Unido y estaremos en el nada honroso cuadro de los tres países del mundo con el peor manejo de la pandemia que paralizó el mundo.

    Son 191 países, los que en estos momentos de crisis mundial de salud implementan mejores políticas públicas en materia de salud, comparadas con las del gobierno de México. Son las políticas públicas más acertadas y adecuadas que superan al nuestro en la lucha. Nuestros números son abrumadores.

    Este lastimoso escenario impactará en las próximas elecciones, pues aunque el gobierno federal quiera hacer que las cifras de fallecidos por coronavirus solo sean vistas como números, la verdad es que en el sentir de los mexicanos es otro cantar, pues quienes han muerto eran hijos, padres y madres, abuelos, tíos, sobrinos, familiares, amigos; eran sinaloenses, eran hombres y mujeres que mueren y no debió ser así. Seguramente este panorama sería diferente si el gobierno federal en los dos meses que tuvo para prepararse, hubiera definido una estrategia más eficaz y adecuada, más a la altura de las verdaderas necesidades que conlleva una pandemia que ha sido calificada como la peor de los últimos 100 años.

    El Ejecutivo federal aseguraba que tenían todo controlado y que, inclusive, no superaríamos las 5 mil muertes causadas por el virus de influenza. ¡Qué triste y patético “experto” de la pandemia en México!

    El subsecretario López Gatell, -epidemiólogo por cierto- dijo en una declaración que el máximo de muertos serian 35 mil, en el peor escenario; al 27 de julio hay 45 mil 917 defunciones a causa de la enfermedad Covid-19, y lo peor es que ni siquiera se ve el pico de la pandemia, mientras todos los países tienen un descenso, en el nuestro no ha dejado de crecer en muertos y contagiados.

    Francamente, lo que está pasando en el ámbito de salud es una apatía y desinterés total del Gobierno federal a la problemática. En estos días mueren más mexicanos diariamente que en cualquier país del mundo, rebasando a países como Brasil y Estados Unidos.

    En México no se siguen las indicaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Mientras todos los países impulsan el uso adecuado de cubrebocas, el primer mandatario de nuestro país no lo usa y descalifica al titular de la Secretaría de Hacienda cuando dice que necesitamos el uso del cubrebocas para la recuperación económica. López Obrador también ha descalificado al propio Secretario de Salud y Subsecretario de Salud.

    Lo dicho por las autoridades federales sobre la pandemia ya muestra un desgaste evidente. Es un error terrible el que digan que se ha aplanado la curva, pues al día de hoy no hemos tocado el pico de la pandemia. No tenemos un mapa visible del seguimiento epidemiológico, esto debido a no querer gastar en pruebas de Covid-19 como lo pide la OMS.

    He aquí otro punto erróneo -y que sería usado en las próximas elecciones para golpear a MORENA y sus candidatos-. Los organismos mundiales de salud, las organizaciones de la sociedad civil, los representantes de los partidos políticos, y científicos mexicanos exigen la compra de pruebas para diagnosticar Covid-19, pero el gobierno se niega a comprarlas, alegando falta de dinero público para ello y,  por otro lado, dicen tener dinero público suficiente para la construcción de sus tres obras faraónicas representadas por el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el Aeropuerto de Santa Lucia. Ante ello, la pregunta es: ¿Sí hay dinero para sus obras y no lo para proteger la salud y la vida de los mexicanos y de los sinaloenses?

    Lo que también tendrá su cuota en votos en el 2021, es el evadir el mandato constitucional de responsabilidades en materia de salubridad, pues delegar a los estados esa responsabilidad (semáforo epidemiológico- que nadie entiende los parámetros que usa López Gatell y la Secretaría de Salud-), es violentar el mandato constitucional, pues de los tres niveles de Gobierno, el Federal es el que debe enfrentar la emergencia sanitaria y dictar las medidas necesarias para atacar y mitigarla la propagación del virus Covid-19.

    A ello, aunamos los últimos discursos del subsecretario de Salud, López-Gatell, quien deja la responsabilidad a los ciudadanos de no acatar las medidas de sana distancia, como el quedarse en casa.

    Todo ello evidencia una nula responsabilidad de lo que se viene, pues nos queda claro que además de esta gran crisis de personas infectadas y fallecidas por la mala estrategia del Presidente y los responsables de la Secretaría de Salud, a la par estamos viviendo una profunda crisis económica que no solo es causada por la epidemia de Covid-19, pues no hay que olvidar que este gobierno se niega a apoyar a las empresas, ya sean micro, pequeñas, medianas y grandes, y en cambio apuesta a las políticas de asistencialismo social, sin entender que si se cierran empresas el desempleo crecerá y también el debilitamiento económico del pueblo.

    No hay nada peor que las desastrosas políticas económicas del Presidente López Obrador, que incluso hicieron que el primer titular de la Secretaría de Hacienda, Carlos Urzúa, renunciara en medio de la crisis económica que ha mermado el poder adquisitivo de los mexicanos, porque lejos de generar un crecimiento económico, lo que el gobierno mexicano ha logrado son indicadores económicos negativos.

    Pero de esto escribiré en mi siguiente columna. Por favor cuídense y recuerden que cuidándose ustedes cuidan a su familia. 

    “Con demasiada frecuencia… disfrutamos de la comodidad de la opinión  sin la incomodidad del pensamiento”.

    Jhon F. Kennedy.-

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