En Estados Unidos un águila calva atacó un dron del Departamento de Medioambiente, Grandes Lagos y Energía (EGLE, por sus siglas en inglés) que terminó hundiéndose en el lago Míchigan.
El pasado 21 de julio el aparato no tripulado sobrevolaba la costa para mapear la zona, cuando el operador se dio cuenta de que perdió la señal.
Intentó que el aparato comenzara el vuelo de vuelta, pero de repente el dron empezó a dar vueltas a toda velocidad.
El piloto levantó la cabeza del mando y pudo ver al águila alejándose del lugar, sin embargo el aparato ya había desaparecido. Días más tarde los funcionarios emplearon los datos de telemetría del dron para determinar en qué lugar del lago se hundió, aunque no lograron recuperarlo.
Se cree que el ave atacó el dron en un intento por defender su territorio o por hambre.