Un estudio en Japón concluyó que las caretas faciales de plástico son totalmente ineficaces para detener la propagación del nuevo coronavirus entre la población.
Según informa “The Guardian”, una simulación de la supercomputadora “Fugaku”, la más rápida del mundo, encontró que casi el 100% de las gotas en el aire de menos de 5 micrómetros de tamaño escapaban a través de las caretas de plástico. El micrómetro es una millonésima parte de un metro.
La simulación realizada por científicos de Riken, un instituto de investigación respaldado por el gobierno de la ciudad de Kobe, Japón, demostró que la mitad de las partículas más grandes (de 50 micrómetros) encontraron su camino hacia el aire.
Según “The New York Times”, la simulación concluyó que las mascarillas, ya sean fabricadas o hechas a mano, son mucho más efectivas para bloquear la difusión de las gotas en el aire que las caretas faciales.
El medio estadounidense recordó que Japón fue uno de los primeros países en comprender que las pequeñas partículas en el aire eran uno de los medios más probables de transmisión del virus.
Se ponen de moda.
Los protectores faciales de plástico son usados por algunas personas como una medidas para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
«Fugaku» está operando en fase de prueba para buscar potenciales medicamentos con los que tratar la Covid-19 y para analizar cómo reaccionaría el cuerpo humano ante tratamientos con ellos, y se espera que trabaje a pleno rendimiento en abril de 2021.
Científicos también lo advirtieron.
Esta no es la primera vez que se habla de la función de las caretas de plástico ante el virus. El pasado 1 de septiembre, un equipo de investigadores estadounidenses demostraron que ni las pantallas faciales ni las mascarillas N95 con válvula sirven para evitar la propagación de la Covid-19, por lo que, advierten, su uso generalizado por parte del público podría tener efectos adversos en los esfuerzos por frenar la expansión de la pandemia.
Cubrebocas con válvula.
El estudio, que pretende demostrar la escasa utilidad de las caretas de plástico y las mascarillas con válvula (las famosas «mascarillas egoístas»), ha sido realizado en un laboratorio por investigadores de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Informáticas de la Universidad Atlántica de Florida (FAU), y se publicó ese martes, en la revista Physics of Fluids.
Para hacer la demostración, los científicos emplearon iluminación con láser y una mezcla de agua destilada y glicerina para generar la niebla sintética que recreaba las gotas en aerosol que se exhalan al toser o estornudar.
Los resultados del estudio demostraron que, aunque las pantallas faciales bloquean el avance inicial del chorro, las gotas expulsadas se mueven alrededor del visor con relativa facilidad y se extienden por una gran área según sean las condiciones ambientales.
Por su parte, las simulaciones con mascarilla facial equipadas con una válvula de exhalación demostraron que un gran número de gotitas sin filtrar atravesaba mascarilla, reduciendo considerablemente su eficacia como medio de control del virus.
(Con información de EFE)