Hospitalizan por derrame cerebral a El Zurdo, famoso mesero

En su honor en años pasados se le hizo un mural en su trabajo.

Culiacán, Sinaloa.- A consecuencia de un derrame cerebral, el señor Rubén Rosas, mejor conocido como “El Zurdo”, mesero de la cantina El Guayabo, se mantiene hospitalizado de emergencia desde este fin de semana.

De acuerdo a sus compañeros, quienes han tenido comunicación con la familia, el famoso mesero se empezó a sentir mal la madrugada del sábado, dándole un derrame cerebral.

Por esta razón, es que fue hospitalizado de urgencia por su familia en un conocido nosocomio de la ciudad de Culiacán.

El señor Rubén, se encontraba aún en días de vacaciones, y se incorporaría a partir de hoy lunes a laborar al conocido restaurante de pollos fritos, pero su salud ya no se lo permitió.

Por redes sociales se ha confirmado que el señor de 74 años de edad se encuentra estable de salud y bajo observación médica. Asimismo está siendo cuidado por sus hijos.

Un personaje con historia.

Por más de 40 años, El Zurdo se ha dedicado a trabajar en un conocido restaurante de pollos fritos. Desde que llegó a este lugar, se ha distinguido por vestir de blanco.

El Zurdo ha festejado años de servicio en su trabajo como mesero (Foto: Facebook).

Siempre se ha mostrado dispuesto a atender a sus clientes de la mejor manera. En entrevistas previas ha asegurado que su trabajo le ha ayudado a mantenerse activo, pues con el ir y venir entre las mesas cumple una jornada de ejercicio.

En la lista de clientes que ha atendido están los ex gobernadores Jesús Aguilar Padilla y Antonio Toledo Corredo. Asimismo, ha servido a grandes personalidades del cuadrilátero, entre ellos Julio César Chávez, José Luis “El Zurdo” Rodríguez y “El Chino” Bermúdez.

Gracias al apodo, que desde niño le dieron, “El Zurdo” se ha convertido en uno de los personajes más conocidos en ciudad. Incluso, ha aparecido hasta en escenas de cine.

A sus 74 años de edad, son pocas las personas que conocen su nombre, ya que él lo ha preferido así. Sólo sus más allegados son quienes saben su nombre. Incluso, quienes se animan a hablarle por su nombre, sería como hablarle al viento, ya que ni el mismo “Zurdo” podría voltear o responder.

(Con información de Cristina Medina)

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