De ejemplo a catástrofe. El país latinoamericano tuvo un repunte de casos y un incremento de en los decesos a causa del Sars-Cov-2, pues durante el reciente periodo de Semana Santa, el cual atrajo turismo, las muerte por este virus alcanzaron la cifra de 186 personas, superando así el total de víctimas letales durante todo el año 2020, el cual fue de 177. Al contar solamente con una población de 3.5 millones de habitantes, Uruguay tiene una tasa de mortalidad por esta enfermedad de aproximadamente 837 casos por millón, es decir, proporcionalmente mayor al resto de los países del mundo.
A pesar de ser el segundo país latinoamericano con la mayor tasa de vacunación, con una inmunización por encima del 20 por ciento de la población, dieron un revés en este lapso, pues alcanzaron un total, hasta este momento, de 119,958 casos confirmados; 1,146 muertes y 94,042 recuperados, aún así, por si densidad poblacional, se encuentran en una situación muy complicada.
La crisis actual y venidera recae en el presidente Luis Alberto Lacalle Pou, quien presumía haber controlado la pandemia sin haber establecido medidas extraordinarias de restricción por la movilidad, señalando que confiaba en la «libertad y responsabilidad», situación que cambió recientemente, pues actualmente se blindaron fronteras, se suspendieron clases presenciales en todos los niveles y se encuentra limitada la capacidad del transporte público, así como otros establecimientos.
(Con información de AGENCIAS)