Que comparezcan Quirino y Efrén Encinas

    Quirino Ordaz Coppel.

    No sé si sirva de algo, pero por lo menos significaría una buena intención que el Congreso del estado citara a comparecer al gobernador del estado, Quirino Ordaz, al secretario de salud, Efrén Encinas, y al secretario de educación, Juan Alfonso Mejía, para que rindieran un informe de resultados de su gestión ante la pandemia. Cómo planean darles continuidad a los esfuerzos ante las urgencias de vacunación, y en tercer lugar qué están haciendo para mitigar los efectos de una probable tercera ola del COVID-19.

    Ya han transcurrido 15 meses desde que iniciamos el confinamiento, restricciones y medidas sanitarias para frenar la primera y segunda ola de la pandemia, que para el 14 de junio, según la Secretaría de Salud, habíamos acumulado 40 mil contagiados y 6334 fallecimientos, manteniéndose un índice de letalidad del virus en Sinaloa del 18%, el más alto del país.

    Sí, leyó usted bien, no se asuste, la pandemia del COVID-19 en Sinaloa en poco más de un año ha matado a más personas que todos los asesinatos ocurridos en el estado en los últimos 5 años, incluso rebasa a todos los que se acumulen en lo que resta del gobierno de Quirino Ordaz Coppel.

    Es cierto que la violencia, la inseguridad y los altos índices de criminalidad cada vez nos asombran menos, pero el hecho de que la sociedad sinaloense no reflexione sobre los más de 6 mil muertos, los más de 40 mil contagiados, más de seis mil trabajadores de la salud que han enfermado y más de 200 que han muerto, y el enorme daño que ha sufrido la economía sinaloense, cuyos negocios más del 90% son micronegocios y más de diez mil han cerrados sus puertas, resulta triste y lamentable que este drama de la sociedad no nos sacuda, y menos a quienes nos gobiernan.

    El desastre del COVID-19 en Sinaloa es relevante a nivel nacional, incluso tenemos indicadores récord a nivel mundial, como es el índice de mortalidad del 16%, por encima del índice nacional (7%) y muy lejos del índice mundial (2%).

    Por eso los diputados de la LXIII Legislatura, aunque tarde, no estaría mal que hicieran algo, algo tan mínimo, como exigirles a las autoridades ejecutivas del estado que informen sobre su gestión y nos digan por qué tenemos este desastre sanitario en Sinaloa, que tanta gente nos ha costado y a tantas familias ha lacerado.

    Seguramente nuestros representantes populares tienen muchas cosas que comentar y resolver ante los pocos días que les quedan en su trabajo (97 días), pero no creo que no tengan tiempo y no reconozcan la importancia de hacer algo sobre esta tragedia humana.

    Yo no pienso en ningún partido político, pero cuando MORENA alcanzó la mayoría en el congreso, pensé que ese elefante nos traería mejores sabores de boca, porque creí que habría mayor sensibilidad, más humildad y más humanismo, no lo he visto así.

    Ojalá y me demostraran que estoy equivocado en mi apreciación y se atrevieran a hacer algo, por lo menos tan elemental, que alguien rinda cuentas. Repito, ojalá.

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