Vivir cerca de las aves se relaciona a mayores niveles de felicidad: Estudio

Según los científicos, las aves causan una alegría similar a la de un aumento de sueldo

Un estudio realizado en Europa indica que una mayor biodiversidad de aves trae más alegría a las personas que viven cerca de estas regiones.

Esto a su vez contribuye a la idea de que la conservación ambiental es importante para el bienestar humano, pero también para la seguridad financiera.

Los estudios publicados en Ecological Economics, fueron realizados en residentes europeos por el Centro Alemán para la Investigación Integrativa de la Biodiversidad, encontrando que la felicidad se correlacionaba con el número de especies de aves que habitaban cerca.

«Según nuestros hallazgos, los europeos más felices son aquellos que pueden experimentar numerosas especies de aves diferentes en su vida diaria, o que viven en un entorno casi natural que alberga muchas especies»

Esto señaló Joel Methorst, autor principal del estudio e investigador de doctorado en el Senckenberg Biodiversity and Climate Research Center, el iDiv y la Universidad Goethe de Frankfurt.

Comparan la alegría de vivir rodeado de aves, a un aumento de sueldo

Los autores comparan la satisfacción de ganar $150 euros adicionales por mes a vivir en una región donde hay más de catorce especies de aves regionales.

Para el estudio, se realizó una encuesta a más de 26.000 adultos de 26 países europeos, utilizando datos de la «Encuesta Europea de Calidad de Vida» de 2012 para explorar la conexión entre la diversidad de especies alrededor de los hogares, pueblos y ciudades, y cómo se relaciona con la satisfacción.

Según los autores del estudio, las aves son uno de los mejores indicadores de la diversidad biológica en una región determinada pues generalmente se las ve o escucha en sus entornos, especialmente en las zonas urbanas. Aunque también se encuentran más especies de aves cerca de espacios verdes naturales, áreas boscosas y cuerpos de agua.

«Por lo tanto, la conservación de la naturaleza no solo asegura nuestra base material de vida, sino que también constituye una inversión en el bienestar de todos nosotros», dice Methorst.

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