Una brasileña en Rio Largo, en el estado de Alagoas, al noreste de Brasil, amarró con una cuerda a su marido y lo llevó hasta un puesto de salud para que recibiera la vacuna contra el covid-19.
La escena fue grabada por una mujer que se encontraba en el lugar lo que causó mucho asombro. Algo así como por las buenas o por las malas.
El hombre, con una mascarilla, aparece sentado en una clínica, mientras su esposa está de pie y con una de sus manos le sujeta con la cuerda.
Muchos de los comentarios en las redes son en tono sacartico a favor de la mujer. «Me parece absolutamente correcto. No viviría bajo el mismo techo con alguien a quien no le importa la vida, mientras yo trato de cuidarme», dice una.
«Él: ‘No voy a ponerme la vacuna’. Ella: ‘¿Qué dices? Ya lo verás'», comenta otra.
Hubo otros que preguntan qué ocurriría si fuese en sentido contrario y la que estuviese amarrada fuese una mujer. «Nunca haría eso. Cada uno tiene el derecho de hacer lo que quiera. Estoy a favor de la vacuna, pero no obligo a nadie [a ponérsela]», dijo un internauta.