Culiacán, Sinaloa.- La fiesta no llegó. La piñata en forma de camión John Deere ya estaba lista, pero no podrá haber cumpleaños, ni dulces, ni regalos.
Este viernes 25 de febrero, el niño José Carlos o “Carlitos” cumpliría 5 años, y le harían un pequeño convivio para festejar.
La tragedia en la comunidad De lo de Saucedo, Navolato, canceló todo. Hoy, en el porche de su pequeña casa lucía un pequeño ataúd blanco con globos azules, donde estaba su cuerpecito
Encima, le fueron colocados sus dinosaurios, y al pie del mismo, unos carritos de la John Deere que tanto le gustaban. A un lado uno arreglo floral de «Karlita», una de las pequeñas que fue rescatada con vida.
El niño de cuatro años murió por ahogamiento al caer al canal que pasa a unos 100 metros de su casa, cuando paseaba con primos arriba de una cuatrimoto.
En el pueblo, Carlitos es recordado como un niño inquieto, al que ya le gustaba el deporte. En especial el softbol, deporte que practicaba en una liga infantil de la comunidad. Le gustaba mucho pichar, cachar.
Suma y solidaridad.
Su tío, Ramón Arturo Sauceda Sánchez, a quien le dicen “El Cuate”, narra que al operativo de localización se sumaron más de 200 personas del pueblo a buscar al pequeño.
Nadie con ningún interés extraordinario que no fuera encontrar a Carlitos con vida.
Y es que las acciones que emprendieron elementos de Bomberos, Protección Civil de Culiacán, y Navolato por dos días, no eran suficiente.
A eso de las 7:00 de la noche, cuando se retiraron los elementos del gobierno, una vez caída la luz del sol, una multitud de unas 250 personas abandonaron el pueblo y salieron caminando, en carro, en moto, en búsqueda de Carlitos. Era una gran caravana jamás vista, paralela al canal.
A esto se sumaron además los síndicos de La Palma, de Bachimeto y líderes de módulos de riego.
“Inclusive muchas personas que vinieron de Culiacán a ayudar. Muchísimas gracias por todo. Carlitos ya está con nosotros”, dice su tío.
En medio de la búsqueda por el enorme canal Antonio Rosales, cuando eran pasadas de la media noche de este miércoles, se recibió una notificación.
Un habitante del poblado El Bolsón, a unos 25 kilómetros del punto del accidente, hizo el reporte. Era Carlitos en el agua, flotando. Ya no había nada que hacer. “Carlitos ya está con nosotros”, era la frase que se repetía.
El niño que a penas empezaba a descubrir el mundo, mañana descansará eternamente en lo que será su última morada: el panteón de la comunidad que lo vio nacer.
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