Para mi amigo Ramón Sánchez Félix y su familia, un fuerte abrazo y toda nuestra solidaridad por el fallecimiento de su señora esposa, descanse en paz.
Nunca MORENA y sus legisladores admitieron ni un ápice de las reformas estructurales de Peña Nieto, que se conocieron en su momento como “El Pacto por México”, y desde que se aprobaron sin detenerse en nada las descalificaron, incluso se les puede considerar la matriz del surgimiento de MORENA y la 4T, en buena medida como un proyecto político de uno de los sectores económicos más poderosos del país, que encabezan Carlos Slim, TELEVISA y TV AZTECA, así como el sindicato del SNTE de Elba Esther Gordillo.
“El Pacto por México” fue un programa de cambios para el país que se soslayó en aras de ir a lo simple y vulgar, la corrupción del gobierno de Peña Nieto, obviando las grandes transformaciones que implicaron aquellas reformas estructurales. Sin duda, la de telecomunicaciones, la energética y la educativa fueron las más trascendentales.
La operación de aquella estrategia empezó el 26 de febrero del 2013, con la detención de Elba Esther Gordillo, líder del SNTE, para desactivar la fuerza política de reacción más poderosa que había, precisamente porque la reforma educativa le quitaría la contratación al sindicato, el más poderosos mecanismo de control del SNTE, la educación y un poderosísimo ariete al seno del gobierno.
Es decir, que los empleados decidían quién entraba a trabajar al sistema educativo y no el estado, a través del gobierno y la SEP, situación que les permitía así controlar absolutamente todo el aparato administrativo a nivel federal y en los estados. Tanto que contaba con una flota de aviadores de 130 mil bases, 70 mil tenía la CNTE (es decir, que también manipulaba el SNTE) y 60 el SNTE.
Así fue como en los primeros años, al abrirse el ingreso al magisterio y se hicieron exámenes de admisión para seleccionar a los más idóneos, les quebró todo el esquema de control y el sistema educativo nacional empezaba a caminar por otro rumbo, donde muchos jóvenes de la UAS y la UA de O, en Sinaloa, pudieron trabajar y la SEPyC ya no dependía tanto del SNTE.
Claro que eso enardeció a la burocracia sindical del SNTE con el golpe de timón que se le había dado a la educación y el golpe político al sindicato, lo que provocó que se juntaran con el resto de golpeados por las reformas estructurales, como fueron Carlos Slim, TELEVISA y TV AZTECA.
El hecho de quitarle la preponderancia a TELMEX en telefonía celular y abrir el mercado a la competencia fue un golpe brutal al monopolio de Slim, que le costó la caída del primer lugar de entre los hombres más ricos del mundo, así como abaratar las tarifas de telefonía celular a precios risibles en comparación con lo que Slim vendía, manipulaba y seguramente saqueaba con los celulares.
Lo mismo ocurrió con TELEVISA y TV AZTECA, con el apagón analógico, que obligó a la digitalización y generalización del internet en el país, como un compromiso con los acuerdos del cambio climático en la ONU y la modernización del país. La consecuencia fue la entrega de 15 millones de televisores digitales a las familiar pobres y la apertura del espectro de televisión abierta a 40 canales, provocando con ello la caída en un 50% del valor de las acciones de TELEVISA y TV AZTECA. Sus monopolios habían terminado.
Aquel bloque anti Peña Nieto se reflejó el 1° de julio del 2018, con el abrumador resultado electoral a favor de AMLO y las consecuencias políticas fueron inmediatas con la salida de Elba Esther Gordillo de la cárcel el 8 de agosto del 2018, y la primer reforma que impulsó AMLO y MORENA después del 1° de septiembre, cuando se instaló la nueva legislatura con mayoría de MORENA, fue la educativa, cuyo objetivo medular fue reestablecer al sindicato su patrimonialismo sobre las bases laborales del magisterio, y con ello el control del aparato administrativo que representa la SEP.
Aunque Elba Esther y sus burocracias no regresaron, la burocracia sindical nueva siguió su misma política, y aunque hubo reacomodos sindicales, ponderaron el poder del sindicato, tanto que Daniel Amador, líder moral de la sección 53 en Sinaloa, enemigo acérrimo de “La Maestra”, se decidió no tocar “su feudo” y reforzar la alianza interna del sindicato (SNTE), y de allí los problemas del gobierno de Rubén Rocha de pretender dirigir la educación, sin advertir que no están en manos del gobierno, sino de los sindicatos.
En el pecado de haberse aliado a ese monstruo laboral que significa el SNTE de Elba Esther, tiene y tendrá como consecuencia que ningún gobierno estatal, y mucho menos la maestra Delfina a nivel federal, algún rol decisivo en la educación y el manejo de sus aparatos.
No se trata de un pleito contra el gobernador Rubén Rocha, se trata de que se están apoderando de lo que el gobierno de Peña Nieto y “El Pacto por México” le venía arrebatando, y que ahora con el apoyo de MORENA y el presidente López Obrador están recuperando.
El conflicto de las secciones 27 y 53 del SNTE contra el gobierno de Sinaloa es para decirle simplemente que quieren ocupar lo que consideran suyo, y que el gobierno estatal vuelva a ser lo que fue durante décadas en la educación, un “invitado de piedra”.
Y es que, al final del día, cuando se trata de denostar y descalificar, más si se trata de ganar adeptos, en lugar de reconocer lo bueno de lo malo, pero lo más torpe y lesivo es tirar el agua sucia con el niño. En fin.