Se le acaba a Jesús Estrada la protección de AMLO

    Jesús Estrada Ferreiro.

    Jesús Estrada logró en Culiacán lo que muchos personajes políticos quisieran, unir a más de 20 grupos sociales, pero no en su contra, así como ganarse prácticamente una campaña mediática constantemente e involucrar a muchos actores sociales, campaña que seguro lo va a mellar y peor aún provocará que pierda confianza y apoyos de sus aliados, que en la medida que la confrontación escale, empezará a saltar del barco e incluso a negociar su rendición.

    Es obvio que podría resultar un autogol político para MORENA, pero quizá ese es el cálculo que la 4T en Sinaloa está haciendo sobre qué les resulta más costoso: Seguir la ruta que Estrada Ferreiro ha trazado o sacudírselo y abrir otra ruta para recuperarse rumbo al 2024.

    Para AMLO, MORENA y la 4T, así como todos sus liderazgos y gobiernos, a muchos la decadencia les alcanzó muy rápido, y en el caso particular de Sinaloa, como gobierno local, se ha asumido de hecho en un gobierno de tránsito más que de transición, como lo viene reflejando la construcción de alianzas para constituir o reconstituir un bloque político dominante, más allá de a dónde pretenda llegar.

    Estrada Ferreiro para eso se ha convertido en un obstáculo, por su incapacidad para comprender este proceso en curso, y desde mucho antes considerarse un protegido a ultranza de AMLO, sin pensar siquiera que debe corresponder a esa confianza que le ha dado la cercanía con el presidente, que parece se acabó.

    Sí, parece que se le acabó a Estrada Ferreiro la protección de AMLO y ahora ha quedado solo y a merced de los poderes locales, de la que no lo va a sacar el rochismo y que debe modificar por completo su conducta, desempeño y objetivos, o en último caso, si no puede o no quiere hacerlo, plegarse a esa recomposición del poder, pero quizá ya no lo quieran por el deterioro y el daño que ha producido.

    Las cosas así pintan más mal para el alcalde porque la 4T necesita a Culiacán como su principal plataforma política y no lo es, y si para eso se necesita sustituir al presidente Estrada, es muy probable que lo hagan más pronto que tarde.

    El pasado 6 de junio todavía le alcanzó a MORENA para retener los gobiernos municipales, el congreso y, con la formidable candidatura de Rubén Rocha, envolvieron todo el paquete político alcanzando una contundente victoria entonces, pero eso no va a ocurrir igual el 2024, cuando las cosas serán mucho más difíciles y quizá ese sea el motivo de fondo para el realineamiento de un nuevo bloque político para apuntalar al rochismo y poder darle continuidad al gobierno estatal, vengan como vengan los resultados electorales dentro de dos años.

    Quizá eso sea lo que ya no entendió Jesús Estrada Ferreiro y resulte muy difícil que pueda conciliar el pleito que ya ha empezado.

    Las presiones están creciendo un día sí y otro también, que su resistencia ya está mellada y no dudo que al juicio político solo le falta poner fecha. A MORENA le urge y a algunos líderes del partido también.

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