El negocio del litio en México

    Foto: Getty images.

    Lo que parece más una campaña ideológica que un proyecto estratégico para el desarrollo económico de México, ha sido el manejo que el gobierno de la 4T le ha dado al mineral litio, más en un afán de introducir la convicción de una visión de nacionalismo, que un modelo de negocios en aras de reconfigurar su imagen política, particularmente el presidente López Obrador, ante la derrota legislativa a las reformas constitucionales sobre energía, específicamente sobre CFE y PEMEX, del domingo pasado.

    Desde que se lanzó esta idea en una mañanera más, como si fuera el púlpito de la nación, sin el sustento necesario y científicamente fundado, tanto que en la medida que pasaron los días, más después del lunes 18 de abril, cuando se votó el decreto que “nacionalizó” el litio, brotaron múltiples opiniones que constataron esta afirmación que no le dan ninguna oportunidad al desarrollo estratégico de este proyecto económico y que prácticamente es un producto que nació muerto.

    Para empezar, señalan que los esfuerzos exitosos en la explotación del litio es el caso de Chile, que invierte anualmente once mil millones de dólares, presupuesto anual equivalente al de CFE, en el desarrollo de la industria que ya tiene cinco años en proceso, y que aquí en México, si se creara la empresa LIT-MEX en este año, tardaría entre nueve y diez años en obtener resultados y viabilidad.

    Chile es el país con la mayor cantidad de reservas probadas de yacimientos de litio, con 9 millones 200 mil toneladas, el 37% de las reservas de litio del mundo, a quien le sigue Australia con 2 millones 800 mil toneladas, pero es el país que más produce por encima de Chile y el valor de su exportación a China representan 1600 millones de dólares. En tercer lugar, está Argentina, con un millón 900 mil toneladas de reservas probadas y es el cuarto productor con un 6200 toneladas, luego sigue China con un millón 500 mil toneladas y Estados Unidos, quien tiene pocas reservas reconocidas, su industria se alimenta del litio de Argentina y Chile.

    Aunque se calcula que el litio crece a pasos acelerados en el mercado mundial, que pasará de aquí al 2025 de 600 mil toneladas a un millón 200 mil y los precios también crecen a un ritmo del 20% anual, pero también se comenta que ya emergen nuevos minerales en la competencia que resulta muy incierto el mercado.

    Lo concreto al final del día es que el estado mexicano requiere grandes volúmenes de inversión, que tendrá que soportar los alcances de la explotación del mineral y su viabilidad económica, que será fundamental.

    La experiencia de la industria nuclear que llevó a cabo el gobierno mexicano entre 1972 y 1985, que creó dos plantas nucleares con uranio enriquecido en Laguna Verde, Veracruz, hoy todavía su gestor más persistente, Don Antonio Gershenson, sostiene su viabilidad como fuente de energía eléctrica, que llevó a tener hasta 1983, dos mil 500 obreros trabajando en el uranio (óxido de uranio) encontrando yacimientos en diez estados del país y otros mil quinientos trabajadores en otras actividades de la industria nuclear.

    Hoy solo quedan las plantas de Laguna Verde y yo me pregunto ¿Por qué no pensaron antes por lo menos en esta industria? Ahí está un equipo de mexicanos que encabeza Don Antonio esperando que alguien voltee a verlos ¿Por qué la 4T no empieza por ahí en lugar de crear un mito?

    Comentarios