Eufórico, triunfante, la noche del día diez de abril, el gobernador Rubén rocha feliz anunciaba los resultados de la consulta de revocación de mandato, y al día siguiente declaraba que instruía al secretario general de gobierno para que de inmediato trabajara el proyecto de reformas indispensables para establecer dicho mecanismo de democracia participativa aquí en Sinaloa.
Una semana después, el lunes 18 de abril, el gobernador declaró que al respecto de dicha iniciativa habían encontrado algunos problemas que generaban dudas y que aún no había nada al respecto, mientras que el diputado Feliciano Castro, en un sentido más definido, dejaba en claro que los legisladores sinaloenses ya trabajan en la elaboración de una ley para establecer ese mecanismo de democracia participativa.
Lo que llama la atención es la declaración del gobernador Rubén Rocha al respecto, porque refleja dudas y deja sin respuesta cuáles son los problemas que encontraron en un primer momento para trabajar dicha iniciativa de parte del secretario general de gobierno, en tanto ya son dos iniciativas sobre el tema en el congreso del estado.
Esta actitud del gobernador no se puede considerar ningún titubeo para legislar sobre la revocación de mandato en Sinaloa, y mucho menos pensar que se considere dicho mecanismo de democracia participativa inadecuado, sino todo lo contrario.
Porque sin discusión, cabe el cálculo político de realizar una consulta de revocación de mandato del gobernador en el 2024, y pensar que se puede ganar o se puede perder, como en toda contienda democrática, lo cual no sería el caso porque las convicciones de quienes dirigen los poderes de Sinaloa no están en duda, cuestión que sería muy lamentable de existir.
Sin embargo, esos titubeos que reflejó en su declaración el gobernador, a más de uno pusieron a pensar si no habrían hecho un mal cálculo y los invada el nerviosismo político.
Por lo pronto, la maquinaria legislativa que encabeza el diputado Feliciano Castro ya está en marcha, y de aquí a diciembre a más tardar ya estará el decreto sobre revocación de mandato en Sinaloa, como lo anunció el gobernador.
De no ocurrir tal decreto, se estará enviando un mensaje por la 4T y sus gobernante que tienen ya seria dudas de los resultados electorales de 2024 y no vaya a ser que un descalabro electoral descarrile el gobierno rochista, en un ejercicio de democracia participativa como sería la revocación de mandato para el gobernador de Sinaloa.