Culiacán, Sinaloa.- El gobernador Rubén Rocha Moya dejo claro que los empresarios sinaloenses que acudieron a la cena con el presidente López Obrador en Palacio Nacional, ya sabían a lo que iban.
Afirmó que personalmente él les advirtió el objeto de la reunión en el momento que los invitó, como sería llamarlos a comprar cachitos de la lotería para rifar los ocho macrolotes en la Playa Espíritu, en Escuinapa.
Al dar mayores datos de esta reunión que admitió «gustó mucho al presidente», aclaró que el dinero que sea recaudado será destinado a la Presa Santa Maria.
El mandatario destacó que la idea de invitar a los empresarios sinaloenses, fue involucrarlos con esta rifa de macrolotes al sur de Sinaloa.
Reconoció que comprar o no cachitos de la lotería para el próximo 15 septiembre será decisión personal de cada empresario.
Rocha Moya admitió que si bien con esta rifa no se construirá todo este embalse, será importante su aportación.
El mandatario estatal advirtió que el presidente López Obrador no tiene «tirria» contra ningún empresario en particular a pesar de no estar de acuerdo con su gobierno, sino tiene una idea «genérica».
Destacó los nombres como el de Agustín Coppel, Javier Lizárraga, Fernando Camacho, el de su secretario y empresario, Javier García Coppel, Juan José Arellano, David Coppel, Fabiola García, además la presencia de más hombres de dinero a nivel nacional.
