Un fuerte abrazo solidario al amigo Domingo Espero por la muerte de su primogénito, así como para toda su familia. Descanse en paz.
Este jueves y viernes la secretaria de economía, Raquel Buenrostro, se reunirá con sus homólogos de los Estados Unidos con la intención de zanjar dos de los cuatro bloques de consultas que iniciaron hace ya cuatro meses y que prescribió el plazo (75 días), pero se amplió el periodo para intentar no llegar a los paneles de expertos (tribunal), donde se resolvería cuál de las partes tiene la razón y cuánto es el monto de la sanción, por lo que ya Estados Unidos apura a una definición o implementará los paneles, lo que es una oportunidad para México de conciliar y lo que buscará la secretaria Buenrostro en sus reuniones en Estados Unidos.
El tema es energético, concretamente la ley de energía eléctrica, pero si los fallos de los paneles de especialistas se instalan y fallan contra México, las multas a las que se haga acreedor el gobierno mexicano serán castigar las exportaciones mexicanas con mayores aranceles para ingresar al mercado norteamericano y no específicamente el tema energético.
¿Qué significa lo anterior? Que las sanciones se las cobrará Estados Unidos en las exportaciones mexicanas a aquel país, que no impacten las cadenas de producción que la planta productiva mexicana tiene enganchada con la planta de Estados Unidos, de lo que se deriva que muy probablemente los costos de la multa recaerán en la producción primaria, el sector agropecuario en su conjunto.
Si ocurre lo anterior, estaremos viendo una subida de aranceles a las exportaciones de hortalizas, atún, camarón, frutas y carnes lo que provocaría, en caso de darse, una elevación de los costos para los productos sinaloenses y de todo el país en el sector agropecuario.
¿De qué tamaño será el costo a pagar? Según los cálculos del gobierno norteamericano, en el mejor de los casos podría ser de 10 mil millones de dólares, y en el peor de 30 mil millones de dólares.
Diez mil millones de dólares son muchos, y 30 mil son muchísimos, por lo que de ese tamaño sería el costo a pagar y se orienta al sector con menor volumen de exportaciones, lo que implicaría un costo muy alto a pagar y muy difícil de amortizar.
Sinaloa está en medio de todo este embrollo, seguramente sin deberla, pero es una probabilidad alta a la que debería el gobierno de Sinaloa trabajar desde ahora, primero para que no le carguen la mano a los productos sinaloenses, y segundo, cómo construir mecanismos financieros y de subsidios que permitieran a los productores soportar el golpe de esos aranceles.
Ojalá y el gobierno mexicano diera marcha atrás en los cambios de volver a darle preponderancia en los mercados nacionales a PEMEX y CFE, para equilibrar la competencia entre las empresas energéticas extranjeras y nacionales, de tal manera que el conflicto se allanara y las multas fueran mínimas.
Pero eso es muy difícil que ocurra con la definición y programas que están implementando el gobierno en CFE, que tiene también un efecto colateral que complica muchísimo la solución.
CFE produce menos del 50 por ciento de la electricidad que ocupa el país y cabe la pregunta ¿Cómo resolverá el más del 50% que falta de producción eléctrica? Es cierto que trabajan en varios frentes y a marchas forzadas – según informó el presidente López Obrador el domingo 27 – pero la realidad es que en los próximos dos años que le queda a este sexenio será imposible y la pregunta obligada es ¿Qué pasará?
¿Importar electricidad de Estados Unidos? Pues resulta la misma o peor quizá, que acordar con el sector privado nacional e internacional, y si eso no se da porque es lo que no quieren, sucederán dos cosas que empeorarán el horizonte: No habrá electricidad suficiente y se tendrán que pagar las multas por violar el T-MEC.
¿Qué significa esta situación en los planes de modernización e inserción de la economía sinaloense en el contexto nacional e internacional? Que no se podrá buscar implementar porque habrá que pagar las multas por violar el T-MEC y los planes de aprovechar la relocalización que buscan cientos de empresas de todo el mundo para instalarse en México ¿En qué quedará y cómo lo aprovecharemos? Pues quedará en planes (si es que los hay) y al final a CFE no le quedará mas que comprar electricidad a productores privados y en el extranjero.
O sea que perdemos, pagamos, no resolvemos nada, perdemos oportunidades estratégicas y dejamos de aprovechar la crisis que amenaza a China. Una verdadera lástima, pero algo debe hacer el gobierno de Rubén Rocha. Digo.
Los invito a compartir la mesa de análisis político que dirige el Dr. Héctor Muñoz los lunes, miércoles y viernes a las 6:30 de la tarde, con la participación de los analistas Fernando Camacho, Leonel Solís, Oswaldo Villaseñor y un servidor. Los esperamos en Facebook dr hector muñoz
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