El próximo 2 de junio serán las elecciones locales de Coahuila y el Estado de México, en las que estarán en disputa las gubernaturas, el Congreso estatal y todos los municipios de esas dos entidades del país, elección que se considera como el laboratorio de lo que será la elección presidencial de 2024 y se verá si la oposición recupera terreno, MORENA, el partido que gobierna México, se consolida o si las correlaciones de fuerzas se mantienen estáticas.
Hasta hoy las casas encuestadoras dan el triunfo electoral en Coahuila para la oposición “Va por México” y se mantiene arriba en el Estado de México MORENA con la maestra Delfina Gómez a la cabeza.
Sin embargo, después de una semana de haber arrancado las precampañas en esas dos entidades, se han dado sucesos que empiezan a mover la aguja de la balanza política, como sucedió con la división de MORENA en Coahuila, cuando el exsubsecretario de seguridad pública, Ricardo Mejía Berdeja, no aceptó los resultados de la encuesta y se lanzó por el PT, así como también el hecho de que PVEM también haya decidido tener su candidato propio, lo que seguramente repercutirá en que la ventaja de Manolo Jiménez, candidato de “Va por México”, de diez puntos crezca quién sabe cuántos más sobre el candidato de MORENA, Armando Guadiana.
En el Estado de México no ocurre exactamente lo mismo, pero empiezan a abrirse fisuras en la precampaña de MORENA, que encabeza la maestra Delfina Gómez, el primer efecto lo constituye la crisis de seguridad del servicio de transporte “metro”, que además de la Ciudad de México, también cubre la zona conurbada del Estado de México, como son Ecatepec, Naucalpan y Nezahualcóyotl, que suman una población de tres millones y medio de personas, y 2 millones trecientos mil electores, un 20% de aquella entidad, situación que nubla el horizonte político de MORENA en la capital del país y ya golpea sus activos políticos como los tropiezos de Claudia Sheinbaum.
A eso cabe agregar la incertidumbre que ha invadido la precampaña de la maestra Delfina Gómez, como fueron la sustitución del senador Higinio Martínez como coordinador de campaña por el exjefe de aduanas, Horacio Duarte, y la controversia igual que interpuso MORENA en contra de los periodistas Raymundo Riva palacios y Dennisse Dreser, que la identificaron en sus escritos a la maestra Delfina Gómez como delincuente electoral, calificativo que consideran violencia de género para la maestra y el tribunal federal concluyó que no existía tal violencia hacia la maestra Delfina Gómez, si fue acusada, procesada y sentenciada por el tribunal electoral con una multa de 5 millones de pesos por violar la ley electoral.
Además, está el factor que la precandidata del bloque opositor en el Estado de México, Alejandra del Morán, ha cohesionado a los tres partidos de la alianza opositora, junto con que se consideran, porque así ocurrió el 2017, que la candidatura de Juan Zepeda de MC jale más votos de MORENA, como ocurrió entonces que alcanzó el 18% de la votación.
Cabe señalar de Coahuila y el Estado de México que son los dos únicos estados del país donde no se ha dado la alternancia política que ya vivieron los otros 30 estados, se consideran los bastiones más fuertes del PRI en todo el país y dominan dos grupos de poder muy vigentes como son el grupo Moreira, en Coahuila, y el grupo Atlacomulco en el Estado de México, de donde salió el expresidente Peña Nieto.
En resumen, todo apunta a que serán dos batallas políticas de pronósticos reservados, donde MORENA y el presidente López Obrador lanzarán su mayor carga contra esos bastiones aún de la oposición y que parece tienen márgenes de resistencia suficientes para refrendar sus gobiernos.
¿De qué se puede acusar a la alianza opositora que no lo hayan hecho ya los de MORENA y AMLO? Por supuesto que de todo, pero ¿Qué carta nueva podrá jugar el presidente? Yo creo que las cartas se están acabando y que les será muy difícil ganar ambos estados. Ya veremos.