Para la periodista y amiga, Letty Villegas, nuestra solidaridad por la muerte de su señor padre. Descanse en paz.
En tiempos recientes los organismos gremiales que constituyen las diversas cámaras y la COPARMEX, hay grupos que han tenido voz y roles sobre sus actividades, pero también en los problemas de la sociedad, pero de algunos años para acá, no menos de cinco, todos estos organismos han decaído y convertido algunos en meras franquicias que usufructúan sus dirigentes en muchas ocasiones para beneficio personal, cuestión que los ha deteriorado y hoy parecen elefantes blancos, y sin embargo existen, cuestan, pero en buena medida son inútiles colectiva y socialmente hablando.
Hoy, de manera particular, se presenta un conflicto en CANACO Culiacán, que ha desatado la lucha interna y que, por lo menos, empieza a dar luces de que está vivo, cuando su nuevo dirigente, Dr. Antonio López, pretende sanar la administración del organismo y revisar las gestiones pasadas más recientes.
Antonio López ya ha convocado a su consejo municipal par aponer las cartas sobre la mesa y aclarar cuentas para sanear la administración del organismo.
Cuando escucho CANACO Culiacán y que aparece un dirigente que por lo menos pretende la honradez en la organización, vienen a nuestra mente personajes que surgieron de esas oficinas de Obregón casi esquina con Zaragoza en Culiacán, que han hecho historia no solo en el mismo Culiacán, sino en todo Sinaloa y más allá.
Quién no recuerda la amable figura de Don Sergio Orozco, quien siempre se distinguió por su prestigio y calidad humana, que muchos lo recordamos por su sencillez y que alcanzó niveles de figura pública relevante.
O al exsenador Aarón Irizar, quien también dirigió la CANACO Culiacán, en donde se proyectó para ser un político notable (presidente municipal de Culiacán y senador de la república, así como diputado local y federal) aún vigente y de un carácter eminentemente popular.
Y el caso de nuestro muy apreciable Cesáreo Castillo (DEP), que abrió las puertas de CANACO Culiacán a todos los culichis y lo convirtió en un cuartel de lucha por bajar las tarifas eléctricas que emprendió la sociedad en 1995, lucha que él encabezó y que nos llevó a muchos junto a él hasta palacio nacional para demandar “Tarifas justas para vivir mejor”.
Menciono estos tres liderazgos que emergieron de CANACO Culiacán y por ello nos anima valorar el hecho de que hoy otro líder de CANACO, como lo es el Dr. Antonio López, se proponga despertar a sus agremiados y su organización en un esfuerzo por recuperar esa calidad y lustre que le dieron aquellos dirigentes.
El Dr. López por hoy tan solo pretende revisar y aclarar probables malos manejos, tráfico de influencias y desviación de recursos, de las anteriores administraciones, donde incluso es factible que se hayan dado fraudes a la institución.
Este esfuerzo refleja sin duda una intención de recuperar la confianza de sus agremiados en la institución, y al mismo tiempo que los beneficios de los recursos que captan y programas a los que es factible acceder, pues sean beneficios para todos y no que esos bienes se los apropien unos cuantos.
Por que desde la opinión pública del ángulo que sea, política, ideológica o gremial, debe inscribirse en cuidar este impulso de recuperación de la honradez y ojalá el activismo social, apoyar estos esfuerzos y desearles que la memoria de todos esos liderazgos ejemplares, que ese esfuerzo del Dr. López no se entorpezca y tenga éxito.
A Culiacán y Sinaloa le hacen falta esos organismos civiles como CANACO que estén sanos y fuertes ante los retos tan difíciles que enfrentamos.