Investigadores desarrollaron «la primera prueba de diabetes del mundo que no causa dolor», y que mide los niveles de azúcar de los pacientes a través de la saliva, a diferencia de las pruebas actuales que lo hacen a través de la sangre, que se ha convertido en un proceso doloroso.
De acuerdo a Paul Dastoor, líder de la investigación de la Universidad de Newcastle, en Australia, el test que ha elaborado con su equipo utiliza una enzima natural, glucosa oxidasa, y un potente sensor para detectar las concentraciones de glucosa en la saliva, que son 100 veces inferiores a los niveles sanguíneos.
La reacción producida cuando el compuesto orgánico interactúa con la saliva genera una débil corriente eléctrica detectable para el sensor.
Los biosensores, de un tamaño similar al de una barra de goma de mascar, son producidos a baja escala en la universidad con ayuda de una antigua impresora de etiquetas de vino que fue transformada para producir dispositivos electrónicos o «funcionales».
El proyecto ha recibido un financiamiento estatal de unos 4,6 millones de dólares estadounidenses para establecer la primera fábrica del dispositivo, cuya construcción comenzará en los próximos meses.
Los científicos aseguraron que su tecnología podría utilizarse para medir al menos otros 130 indicadores, como marcadores tumorales, hormonales y alérgenos.
Se estima que el primer lote comercial estará listo en el año 2023.
Actualmente para tomar los niveles de azúcar los pacientes diabéticos deben soportar el pinchazo de una pequeña lanceta en el dedo y colocar una gota de sangre sobre una tira reactiva.