Los ataques seguirán con toda la fuerza. Así lo aseguró el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, durante una jornada que dejó 42 palestinos muertos, la cifra más alta desde el inicio de la escalada militar contra Hamas. El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se reunió para evaluar la situación, sin embargo, no se logra ningún avance.
Netanyahu dijo: “Seguiremos actuando el tiempo que sea necesario, hasta que se restablezca la calma (…) Tomará tiempo”.
De acuerdo con funcionarios en Gaza, 42 personas, entre ellas 16 mujeres y 10 niños, murieron en la ola de bombardeos que Israel lanzó en las primeras horas del domingo. Desde que inició este nuevo ciclo de violencia, el pasado 10 de mayo, suman 197 muertos en Gaza, incluyendo 58 niños y 34 mujeres. De acuerdo con el Ministerio de Salud de Gaza, hay, además, mil 235 lesionados. Tres convoyes con 263 palestinos heridos fueron trasladados a Egipto: “No he visto semejante nivel de destrucción en mis 14 años de trabajo”, comentó Samir al-Khatib, funcionario de rescates en Gaza. “Ni siquiera en la guerra de 2014”.
En los primeros minutos de este lunes, Israel lanzó una nueva andanada de ataques aéreos en Gaza contra lo que llamó “blancos terroristas”, que incluirían un centro de inteligencia de Hamas.
Varias explosiones hicieron estremecer la ciudad de Gaza durante 10 minutos. Los ataques fueron extremadamente intensos en un área más extensa y duraron más que los bombardeos de ayer.
En Israel, 10 personas han perdido la vida, entre ellos, un niño y un soldado, y hay 282 heridos por los disparos de cohetes palestinos. De acuerdo con el ejército israelí, Hamas ha lanzado más de 3 mil 100 cohetes desde hace una semana, el mayor ritmo jamás disparado hacia suelo israelí. La mayoría fueron interceptados.
Anoche, de nueva cuenta, volvieron a escucharse las sirenas en las localidades israelíes de Ashkelón y Beersheba. Horas antes, un proyectil alcanzó una sinagoga en Ashkelón, poco antes del inicio del feriado judío de Shavuot.