Luego de un tiempo de ausencia por el tema de la pandemia, la columna El Reflector regresa. Renovada y recargada de información.
Hablando de virus, y crisis, es una buena noticia ver cómo ciertos establecimientos comerciales empiezan a regresar a la “normalidad”. A la llamada “nueva normalidad”. Pero no todo es bueno.
Tras la crisis sanitaria, viene la otra crisis: la económica. La de los pequeños empresarios que son la mayoría. No estamos seguros cuál sea peor. Para los pequeños negocios, habrá quien diga que quedarse sin empleo, sin ingresos, sin comer.
Cifras que dio el presidente de Canaco Culiacán a El Reflector, hablan de un panorama muy desalentador para muchos pequeños comerciantes que tenían un “localito”. Para los que ‘sacaban’ solo para sobrevivir, otros más para pagar rentas o para cubrir sueldos y que su ganancia no era más de 30 por ciento. Diego Castro Blanco, dirigente de la Cámara estima que serán unos 9 mil negocios en Sinaloa que ya nunca más levantarán sus cortinas y si lo hacen, será para desalojar los locales. Estos simplemente dejarán de existir, morirán. Aparejado a esto, vendrá la pérdida de unos 90 mil empleos y con ello familias en aprietos.
La “nueva normalidad” es para muchos, una cruda realidad que todavía no termina de cocerse y que en los siguientes meses seguirá siendo un detonante de muchos más problemas. Delincuencia, narcotráfico, violencia. Anótele usted otros.
Y si los gobiernos no son capaces de evitar esto, las cosas se pondrán peores. El tema no quedará ahí, en las siguientes entregas le hablaremos de la otra crisis.
Defensa de los trabajadores.
A pesar de haber concluido su periodo legal, el aún secretario general del Sindicato de Trabajadores al Servicio del Estado (STASE), Gabriel Ballardo Valdés, ha mantenido una lucha incansable por la clase trabajadora. En medio de los contagios, que se cuentan ya por cientos, entre trabajadores del estado, la intervención de Ballardo ha sido clave para mantener a miles de personas resguardadas en sus casas, haciendo “home office”.
Esta semana que concluyó se confirmó lo que se veía ya venir: el plazo de otro mes. Ballardo Valdés recibió semanas atrás el ataque férreo de varios de los aspirantes a la secretaría general. Exigían su salida inmediata, su ‘destitución’. Con dos meses en el cargo, fuera de su periodo, el líder sindical ha logrado que el gobierno de Quirino Ordaz mantenga la salud de 9 mil trabajadores como una prioridad, logrado tres ampliaciones de “cuarentena”. La pregunta ahora sería: En esta crisis de salud, sin una cara al frente, ¿quién estaría defendiendo los intereses colectivos?
El Día del Grito.
Hace una semana, el tema del Grito de Independencia empezó a ser noticia a nivel nacional. Al momento el Gobierno de Sinaloa no ha tomado una determinación. Nos confirman que el gobernador Quirino Ordaz ha apuntado en su lista de pendientes tomar acuerdos del tema en las próximas reuniones con el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell Ramírez.
Sin duda, y sin temor a equivocarnos, a como Sinaloa vive la pandemia de Covid-19, no habrá Día del Grito en los municipios y en Palacio de Gobierno, donde el año pasado se juntaron 25 mil almas. Es parte de la «nueva normalidad».
Buenos resultados.
En temas más amables, la que ha demostrado buen trabajo al frente del Desarrollo Urbano Tres Ríos, es su directora, Irma Moreno Ovalle.
Gracias a una intensa labor de conciliación, en lo que va de la gestión de la ex diputada, se han recaudado casi 4 millones de pesos, correspondiente a la recuperación de cartera y a servicios topográficos para trazos y deslindes de terrenos anteriormente comercializados. Una cifra nada despreciable en momentos de crisis, y dónde el gobierno ocupa ingresos.
Moreno ha demostrado que ser una mujer de resultados y de retos.
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