‘Calderoncito’, el joven funcionario que coadyuvó a la gobernanza de Sinaloa

    El Lic. José de Jesús Calderón Ojeda, miembro de una familia modesta del barrio de la calle Francisco Villa, al oriente de nuestra ciudad heroica de Culiacán, Rosales, dejó de existir el pasado 17 de noviembre.

    Su fallecimiento se produjo en la Ciudad de México. Fue un estudiante muy inquieto. Quienes le recuerdan a su paso por la Escuela Primaria Gral. Manuel Ávila Camacho, comentan que siempre le gustaba participar en los actos y eventos de la escuela, lo que lo llevó a participar en los talleres de oratoria del Comité Municipal del PRI en la ciudad, que impartía el maestro Adolfo Moreno Leyva. Para entonces, el joven Calderón Ojeda, ya cursaba sus estudios en la Universidad de Sinaloa y le tocó vivir el proceso de cambio a Universidad Autónoma de Sinaloa, impulsado por el Gobernador Leopoldo Sánchez Celis.

    En la década de los setenta, la UAS transitó por una etapa de convulsión estudiantil, cuando la Junta de Gobierno de la institución designó al Dr. Gonzalo Armienta Calderón como rector. José de Jesús Calderón Ojeda, entonces alumno de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, al igual que otros estudiantes como Roberto Zavala Echavarría, Platón Gámez Espino, Fernando García Félix, Samuel Escobosa Barraza, Ernesto Cebreros Murillo y Roberto Soltero Acuña, apoyaron la gestión del Dr. Gonzalo Armienta Calderón, quien firmó su renuncia después del enfrentamiento estudiantil con fuerzas de seguridad, aquel 7 de abril de 1972 en que murieron los estudiantes María Isabel Landeros y Juan de Dios Quiñónez.

    Terminaba su gobierno el Lic. Alfredo Valdes Montoya. Fungía como Delegado General del PRI en Sinaloa, el Senador Luis M. Farías, quien le comunicó al periodista Antonio Pineda Gutiérrez, que el candidato del PRI al gobierno de Sinaloa, era el Senador Alfonso G. Calderón. Calderón hizo una extraordinaria campaña de acercamiento con las clases populares y visitó todas las cabeceras de sindicaturas. Entre los jóvenes que participaban en la campaña calderonista, destacaron Samuel Escobosa Barraza, Carlos Noé Cota, Héctor Simental Beaven, José de Jesús Calderón Ojeda, Jesús Manuel Viedas Esquerra, Roberto Zavala Echavarría y Roberto Soltero Acuña.

    Ya para entonces, el joven Calderoncito acopiaba y procesaba información que le hacía llegar a Don Alfonso, a través de tarjetas informativas referidas al acontecer político de cada región que se visitaba, con la finalidad de tener en claro, la manera en que se desenvolvían los dirigentes de las organizaciones que participaban en los Foros de Consulta Popular. Cuando se instaló el nuevo gobierno, José de Jesús Calderón Ojeda fue designado como Director de Gobernación en el estado y Benjamín Cázares como subdirector de la dependencia. En la Secretaría General de Gobierno, fue nombrado el Lic. Eleuterio Ríos Espinoza, quien despacho tan solo unos meses y luego fue sustituido por el Lic. Marco Antonio Arroyo Camberos, mientras que en la Tesorería despachó el C.P. Roberto Wong Leal. En la Procuraduría General de Justicia fue designado el exsenador Lic. Amado Estrada Rodríguez.

    La política presidencial del Lic. Luis Echeverría Álvarez, fue interpretada fielmente por el gobierno de Don Alfonso G. Calderón y ejecutada en el estado por el Lic. José de Jesús Calderón Ojeda. Se buscaba combatir el latifundio y se alentaba a las organizaciones campesinas para reclamar las tierras de los agricultores que excedían el límite legal. Las visitas a Sinaloa del Secretario de la Reforma Agraria, Félix Barra García eran constantes. Los grupos de agricultores asociados en la Pequeña Propiedad, se defendieron a través de los juicios instaurados y mediante amparos, para proteger los lotes de pequeñas propiedades.

    En ese contexto, el gobierno de Don Alfonso enfrentó la embestida los agricultores, quienes lo acusaban de ser el propiciador de las invasiones de tierras. En realidad eran programas de la Reforma Agraria y era lógico que los agricultores tratasen de defender su patrimonio, aunque a criterio de las autoridades, sobrepasaban los límites de la pequeña propiedad.

    Como decía el Secretario General de Gobierno Marco Antonio Arroyo Camberos, se trataba de disputas de “ocupaciones controvertidas”. Por el lado de los agricultores, hicieron una férrea defensa de las tierras, Lauro Díaz Castro, Jaime Quinto Esquerra, Manuel J. Clouthier y Manuel Tarriba Rojo.

    Se puede decir a la distancia que Celestino Salcedo Monteón y su gente ya estaban listos para venir a Sinaloa, para efectuar los trabajos de localización de predios para ser afectados, más sin embargo la actitud conciliatoria del gobierno de Don Alfonso, logró acuerdos con el Presidente de CAADES, Lauro Díaz Castro. Se sabe que los agricultores ofrecían al gobierno federal cerca de 9 mil hectáreas, a lo que Don Alfonso, se opuso y le dijo a Lauro, que sean trece mil quinientas hectáreas y buscamos un acuerdo con la autoridad federal.

    Los agricultores aceptaron y así se evitó la destrucción del campo en Sinaloa. Luego el gobernador Calderón se comunicó telefónicamente con el Presidente Echeverría y  le puso al tanto del acuerdo.

    Al tiempo que se desarrollaba el problema agrario en Sinaloa y que estaba bajo la responsabilidad de José de Jesús Calderón Ojeda, también el Gobierno Federal a través de la Dirección Federal de Seguridad, investigaba y combatía a la Liga 23 de Septiembre, cuyos miembros eran alumnos de la Universidad Autónoma  de Sinaloa. Entonces fue que se descubrió en una Casa de Seguridad, que había planes para secuestrar a los grandes empresarios del estado. Informado el Gobernador del Estado por el Director de Gobernación José de Jesús Calderón Ojeda, se convocó a Casa de Gobierno a una reunión con los empresarios y ahí Don Alfonso, les puso al tanto de los planes que tenía la Liga 23 de septiembre para secuestrarlos y les pidió Don Alfonso que tomaran las medidas apropiadas de protección.

    De inmediato, el empresario Juan Manuel Ley López, atendió la recomendación del gobernador, pero Manuel J. Clouthier del Rincón, señaló que se trataba de asustarlos y de una amenaza velada. “Una persona integrante de la Liga 23 de Septiembre, grupo de la izquierda radical de los años 70, que se proponía “derrocar” al Gobierno priista mediante la vía armada, habla del hecho.

    El plagio de «Maquío» y otros empresarios que nunca pudieron concretarse, confiesa, eran planeados para financiar las actividades de grupos guerrilleros, a los cuales el Gobierno desarticuló, exterminando y desapareciendo a líderes e integrantes del movimiento”.

    Posteriormente el gobernador Calderón fue informado de que, entre los grupos de agricultores había tomado fuerza la idea de que había que cobrar la afrenta en la figura de José de Jesús Calderón Ojeda. Para evitar ponerlo en peligro, Don Alfonso G. Calderón, lo mandó a estudiar a París, Francia, donde completó sus estudios de doctorado, nombrando como nuevo Director de Gobernación, al Lic. Fernando García Félix. Después de haber terminado sus estudios en Europa, José de Jesús Calderón, se regresó a la Ciudad de México, donde colaboró en la oficina del Senador Mario Niebla Álvarez, en la vieja casona de Xicotencatl.

    Calderón Ojeda había incursionado en el negocio de la minería, pues explotaba una mina en el vecino estado de Durango y últimamente también participaba en negocios de transporte marítimo, pues se sabe que arrendaba embarcaciones que le hacían servicios de transportación de combustibles a PEMEX. Fue pues, una vida muy intensa la que vivió José de Jesús Calderón Ojeda. Descanse en paz.

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