Para el amigo Antonio Castañeda toda nuestra solidaridad por el lamentable deceso de su señora madre y un abrazo para toda su familia. DEP
Pese a todo el uso y abuso de poder, así como tráfico de influencias y quien sabe que cosas más, que utilizo el fiscal General de la Republica Alejandro Gertz Manero, para detener y procesar a su familia política por la muerte de su hermano, salió derrotado.
Mujeres que ya habían sido acusadas el 2015, cuando falleció su hermano, mismas que habían obtenido una sentencia de inocencia en el 2016. En el 2020 cuando llega a convertirse en el primer fiscal de la historia en nuestro país, hecho a andar toda una maquinaria del sistema de justicia que llevo a la cárcel a la hijastra de su hermano y que ayer lunes, por unanimidad la suprema corte le otorgo la libertad después de 18 meses en la cárcel.
Este hecho ya es conocido por buena parte del país después de las filtraciones de Ias grabaciones donde instruía a su subordinado para manipular la resolución de la Corte, quedando al desnudo un fiscal de la Republica que ha incumplido la ley y que por ello, debe salir del puesto de fiscal general.
Es cierto que al presidente López Obrador le he dado todo su respaldo Incluso, ha afirmado que lo que buscan es “tumbarlo”, con esta expresión lo que está transmitiendo el presidente es su rechazo a la posibilidad de removerlo.
Hay quienes ya han iniciado procesos en contra del fiscal y otros funcionarios por las irregularidades y arbitrariedades cometidas en contra de la Sra. Alejandra Cuevas, que pudieran representar la base para destituir al fiscal, más allá de que quiera o no el presidente López Obrador.
Incluso, después de toda la exhibición de irregularidades y tráfico de influencias que tan evidentemente ejerció el fiscal Gertz, pudiera darse por voluntad propia la renuncia, sin embargo, por lo inmoral y desaseado que ha sido todo este juicio, debiera procederse legalmente como corresponde para su destitución.
Es obvio que la conducta de Gertz Manero ha dañado profundamente a la fiscalía general de la republica, al equipo presidencial y a la institución del sistema de justicia en general, provocando una degradación sistémica del servicio público, por lo que el desenlacé no puede ser de otra manera.
Defender a ultranza al fiscal Gertz e intentar que no pase nada después de lo ocurrido, es simplemente es darle un brochazo mas a la consigna “no mentir, no engañar, no robar”, para que se destiña y se vaya borrando por que tan solo quede en un sueño, en una ilusión, y se confirme otro engaño mas.