Desde el comienzo del operativo militar ruso en Ucrania, los metros de las dos mayores ciudades ucranianas, Járkov y Kiev, se han convertido en enormes refugios antibombas donde los civiles acuden para refugiarse.
En las imágenes desde sus estaciones se ve que en los dos subterráneos se han concentrado muchas personas, en su mayoría mujeres, niños y ancianos.
En ambas ciudades, las autoridades anunciaron ayer que en esos días el acceso al transporte público, incluido el metro, será abierto y gratuito. En Járkov, el alcalde, Ígor Térejov, informó el jueves que la ciudad organizará la distribución de agua, comida y medicamentos básicos a los refugiados.