Guasave, es un municipio de Sinaloa extraordinario y muy importante, que muchas veces es nota estatal y hasta nacional, como ocurre ahora con el béisbol y como paso con el incremento de salario de los regidores, por lo que fueron casi linchados y sin ninguna defensa de ellos y el presidente municipal, Martín Ahumada Quintero, como si hubieran cometido un sacrilegio o algún delito.
Los regidores elevaron su salario en un 50% e inmediatamente se incendiaron los medios de comunicación, prácticamente crucificándolos y a simple vista puede parecer desmesurado, pero merecían el derecho de replica y nadie se los dio.
Desde el gobernador Rubén Rocha Moya, el líder del congreso Feliciano Castro, hasta los legisladores federales, tanto el diputado federal Casimiro Zamora como la senadora Imelda Castro, ninguno de ellos se detuvo a pensar si los regidores guasavenses tenían argumentos o no.
El presidente López Obrador elevó el salario mínimo en un 20% y todos se desbordaron en loas, cuando en realidad se quedó corto por que el deterioro adquisitivo del salario mínimo es superior, no hubo mas que aplausos, la misma lógica, pero en sentido contrario, se impuso ante la determinación del cabildo guasavense por lo que dio un linchamiento mediático a sus integrantes.
¿Pero sabrán el gobernador, los legisladores locales y federales y la senadora que el salario que venían devengando los regidores de Guasave no se había modificado desde el 2001? Veinte años sin un ajuste, aumento ni adecuación, ¿sabrán que dicho salario ocupaba el quinceavo lugar en el tabulador de los 18 municipios? ¿Y que municipios como Choix, Concordia y Badiraguato estaban por encima de este municipio en dicho tabulador? ¿Qué existen municipios como Salvador Alvarado y El Fuerte que aun siendo municipios mas pequeños se encuentran en el 6to lugar dentro de dicho tabulador?
Siempre lo mas sencillo es irse con la finta del ruido de la espectacularidad de la nota, pero al asomarse a los datos duros y encontrarse con esta realidad uno entiende el accionar del cabildo de Guasave. Pero como esto es política, a veces se trata de quedar bien y a veces de ajustar cuentas, como es el hecho de que no perdonan ni admiten que el presidente municipal de Guasave, Dr. Martín Ahumada, en su momento cuando, corrieron y lincharon a Héctor Melesio Cuén, y desde tercer piso, se quiso realizar una purga en todos los gobiernos municipales de la gente del PAS y afines a Cuen, cosa que en Guasave no sucedió, por lo que no pierden oportunidad para menoscabarlo políticamente al edil de dicho municipio.
Como también es vale la pena saber que los diputados perciben un salario bruto por 170 mil pesos mensuales, haciendo la faramalla de la austeridad republicana, cobrando nominalmente cien mil pesos para estar por debajo del presidente, pero en otros rubros se compensan y suman en promedio el salario mencionado.
Y AMLO también con su austeridad, mensualmente sus oficinas y equipo cuestan al erario siete millones de pesos, por la gente que está a su servicio y eso sin contar “las mañaneras”, que han costado miles de millones.
La hipocresía no es buena en ninguna actividad y mucho menos en política, porque se tiene una responsabilidad y poder que la sociedad ha depositado en sus gobernantes, y nos es propiedad de los políticos.
En Guasave lo que se hizo fue una actualización y salida a un problema recurrente que se solventaba con acuerdos políticos y recursos “por debajo de la mesa”, lo que derivaba en un tema de conflictos y confrontación política a veces, por lo que, aunque se les ha querido linchar, yo creo que es sano legalizar esa situación y no convertir lo irregular en costumbre, porque es ahí donde se da la complicidad, y el respeto y la dignidad se pierden.
