Culiacán, Sinaloa.- Elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP), autoridades de la SSP Sinaloa, familiares y amigos, despidieron con honores al efectivo Eduardo ”Cóndor”, en la sindicatura de Costa Rica, de donde era originario.
El agente perdió la vida el miércoles pasado, al ser ultimado a balazos por sujetos armados que lo sorprendieron cuando llegó a una plaza comercial del bulevar Jesús Kumate, en la capital sinaloense. Pocas horas después, las autoridades dieron a conocer que fueron dos personas la que privaron de la vida al agente.
La despedida.
Al inicio de la ceremonia, el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda Camarillo, dirigió unas palabras sobre el profesionalismo y valor del policía Eduardo “N” quien en vida siempre estuvo presto para asistir a los llamados de la sociedad, arriesgando su vida por un mejor Sinaloa.
Con profundo pesar resaltó que, Sinaloa perdió un hombre valiente, leal y comprometido que dejó un legado de honor, dignidad, valor y lealtad institucional a sus compañeros.
También reiteró que esta ceremonia, aunque sencilla, es para enaltecerlo a él y que su familia lo recuerde con orgullo por el gran trabajo que desarrolló “Cóndor” como elemento de la Policía Estatal del grupo Élite.
Comentó que fue ultimado cobardemente cuando se detuvo para comprar alimentos para llevar a su casa, como buen y responsable padre y esposo.
Posteriormente los policías estatales pertenecientes al grupo Élite procedieron a dar el último pase de lista, y efectuaron un disparo de salva. La Banda de Guerra integrada por cadetes del Instituto Estatal de Ciencias Penales y Seguridad Pública, entonó el Toque de Silencio, mientras el secretario y subsecretarios montaban una guardia de honor.
Acto seguido, el secretario de Seguridad Pública Castañeda Camarillo, entregó a la familia la bandera de México que estuvo sobre el ataúd, además de dirigir unas palabras de consuelo y empatía.
Finalmente, policías de la PEP acompañaron los restos de Eduardo mejor conocido como “Cóndor”, hacia la carroza, la cual abandonó su hogar escoltado de los presentes hasta el lugar que será su última morada.
Los trabajadores de la Secretaría desearon descanso eterno al agente Eduardo.
