Una nueva organización criminal ha desplazado a otras bandas en Guerrero, el denominado Cártel de la Sierra ha declarado un toque de queda, y ahora marca el ritmo de las poblaciones en esta región mientras invade el corredor Chilpancingo-Ocotito-Acapulco.
El Cártel de la Sierra también es conocido como «Los Tlacos», teniendo como base Tlacotepec en la cabecera municipal de Heliodoro Castillo desde 2018, cuando cientos de hombres armados tomaron el control de los pueblos en la Sierra.
Hoy, regresar solo significa una cosa para los habitantes de esta región, exponerse al fuego cruzado. Iguala se convirtió en una zona en disputa desde el 2018, donde ocurrieron asesinatos, desapariciones y ataques armados diarios.
Ahora, es esta organización criminal y no el gobierno la que impone los precios al kilo de tortillas, la carne e incluso el refresco.
Los reporteros abandonaron la zona tras amenazas de muerte, las redacciones fueron atacadas, hubo un intento de homicidio y el resto fue ameanzado de muerte.
Las propias autoridades locales señalan que no se ha hecho nada para detener la expansión de esta organización.
Ya en octubre, Huitzuco fue el nuevo territorio tomado por el Cártel de la Sierra, y en Noviembre impuso un toque de queda: si alguien salía a las calles después de las 6 pm serían asesinados.
La sentencia de muerte se cumplió cuando tres jóvenes civiles salieron a comprar cena a las 9 de la noche, y fueron acribillados a balazos por un grupo armado.
Tras las muertes de los inocentes, las instrucciones del Cártel de la Sierra fueron tomadas al pie de la letra por los pobladores, incluso el transporte público recortó su horario, mientras que los comercios cerraron temprano o definitivamente.
Posteriormente, los precios de la tortilla, el refresco, la carne e incluso la cerveza fueron impuestos por el Cártel, y aunque la gobernadora de Morena Evelyn Salgado Pineda anunció un operativo militar en la región para detener estos abusos, la población continúa siguiendo las leyes de la facción de la sierra.
De los mil 88 asesinatos a balazos cometidos en Guerrero de enero a noviembre del 2021, 418 ocurrieron en Acapulco, 176 ciudadanos asesinados en Iguala, 58 personas muertas en Chilpancingo, 52 víctimas en Zihuatanejo y 29 inocentes más en Taxco.