El discurso patriotero de AMLO

    Un abrazo a toda la familia Domínguez Rodríguez por la muerte de Alberto, un mexicano que luchó por un México más justo, y sobrevivió a su tragedia por décadas con ese fervor patriótico. Descanse en paz compañero.

    Desde hace dos meses, en una mañanera, después de que Estados Unidos y Canadá denunciaron a México por violaciones al T-MEC en materia energética, dijo que el 16 de septiembre daría la respuesta de su gobierno a esas demandas, y durante semanas fustigó con su tradicional discurso patriotero, y que entonces conoceríamos el plan y la estrategia del gobierno mexicano para enfrentar ese diferendo con nuestros vecinos.

    En aquel discurso se burló de la demanda de sus socios en el T-MEC al poner de fondo musical el “Uy que miedo” del grupo “Chicoché”, y cuando se aproximaban los días, la tensión crecía a tal grado que hasta las variables financieras se tensaron, finalmente el 12 de septiembre lo visitó el secretario de estado, Antony Blinken, y el discurso para poner en su lugar a Estados Unidos y Canadá se volvió pura baladronearía y lo que dijo fue un discurso sobre la “paz mundial”.

    Sí, aunque usted no lo crea, nunca se atrevió a condenar la invasión rusa a Ucrania y hablaba de una guerra, pero jamás ha calificado la invasión, tanto que en su discurso dizque de la paz mundial, se atrevió a señalar que él sospecha que se trata de una “confabulación de la industria armamentista”, como si no conociera la historia del proceso de la vieja Unión Soviética (URSS), la nueva Europa que viene desde los años ochentas y noventas, posterior a la “guerra de los Balcanes” y la caída del “muro de berlín”, la disputa mundial por la hegemonía comercial entre China y Estados Unidos y la impresionante y vertiginosa revolución tecnológica que vivimos.

    El presidente López Obrador sale con el simplismo de crear una “comisión de paz” con el presidente hindú, el papa y la ONU, nada más le faltó decir que él coordinaría dicha comisión.

    Este discurso del presidente de la república, sacado de la manga para justificar su nula respuesta a lo que había anunciado para enfrentar la demanda comercial de Estados Unidos y Canadá sobre el T-MEC, utilizando una vez más un cuento de su retórica fácil sobre la paz mundial.

    Lo dice en un escenario en el que presume “su ejército” en un glamuroso desfile militar y un entorno de debate profundo sobre la militarización del país, donde no habla de la guerra interna de México, que se desangra por la inseguridad y la violencia, como tampoco de la paz que implora toda la sociedad para que actúe contra el crimen.

    El presidente no explica nada de por qué cambió su discurso que prometió, de arremeter contra Estados Unidos y Canadá, porque a los ciudadanos tiene que darles explicaciones y no estar jugando con los discursos como si no fuera el jefe del Estado mexicano.

    Sí, habló con el secretario de estado Blinken, y es correcto negociar, pero a la sociedad se le debe informar y no solo cambiarle el disco por otro, además cuando todo el país conoció su posición y los riesgos en los que está la economía y el gobierno mexicano por esa demanda comercial de Canadá y Estados Unidos.

    Por todo eso no se puede salir ni con el “Uy que miedo” como tampoco que vamos a promover “la paz mundial” cuando los precedentes de la invasión rusa a Ucrania son evidentes que no hizo nada. El tiempo pasa y requerimos soluciones, no retórica.

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