El negocio de la basura en Sinaloa

    Foto: Archivo.

    Definitivamente, los gobiernos de Sinaloa, el estatal y los de los municipios, cada vez más están claudicando en las posibilidades de producir cambios trascendentes para la sociedad sinaloense.

    Para nadie ya existe duda alguna que a los gobiernos municipales de la 4T en Culiacán patalean para no ahogarse en el fracaso, cuando pudieran trascender, ya no comparándose con el viejo Londres, instalando una “rueda de la fortuna” como la de la capital inglesa, si no dándole soluciones tangibles y de largo aliento para la sociedad culiacanense, en materia de saneamiento ambiental, movilidad ciudadana y desarrollo habitacional.

    Cuando bien pudieron retomar la idea que lanzó primero que nadie la presidencia municipal de Ahome, de crear una gigantesca fábrica para procesar la basura y junto a ella construir otras cinco fábricas para procesar industrialmente los residuos derivados de esa basura, como serían la de metales, papel, plásticos, fertilizantes y vidrio, los ayuntamientos de Mazatlán y Culiacán solo han atinado en comprar más camiones para la recolección de basura, como si ese fuera el problema principal que arrastramos históricamente y que al día de hoy ya hizo crisis en todo el mundo, como lo es el cambio climático y detener su crecimiento.

    Hasta el presidente de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, se frenó y después de las críticas cedieron de presentar la idea, el proyecto de las fábricas de basura se perdió al poco tiempo, cuando su construcción todos los días crece en el país, cuando ya existen más de cincuenta en todo el territorio nacional.

    Sí, muy fácil hubiera sido factible construir tes fábricas (Ahome, Culiacán y Mazatlán) para procesar el 80% de la basura de Sinaloa y crear esa industria derivada de esos residuos, pero no, lamentablemente nada se ha hecho y me pregunto ¿Para qué demonios existe una secretaría del gobierno del estado sobre medio ambiente?

    Otro tanto ha ocurrido en el caso de Culiacán con su movilidad, que hemos llegado a convertirnos en una de las ciudades del país con más automóviles per cápita y un deplorable servicio público de transporte.

    Del millón de vehículos que existe en Sinaloa, 500 mil circulan en Culiacán y la movilidad ciudadana, sobre todo para los de menos ingresos, resulta penosa y desgastante, tanto que casi iguala en tiempos a la Ciudad de México, por el tiempo que tarda el transporte público en llegar a los destinos, tanto que hay personas quienes invierten hasta 4 horas diarias para ir y venir de su casa a los centros de trabajo.

    Por eso ha sido un gravísimo error del gobierno del estado haber priorizado ajustar cuentas políticas con Jesús Estrada Ferreiro, que asumir el proyecto del “Metrobus” que proyectó el desaforado exalcalde de Culiacán, que hubiera resultado, muy probablemente, la obra social del sexenio de Rubén Rocha.

    No quiso y quedarán tirados todos los esfuerzos de Jesús Estrada Ferreiro, y quién sabe quiénes más, condenando a la población más pobre a seguir cargando con la cruz de una movilidad tortuosa y desgastante, cuando bien pudo ser un proyecto trascendental, no solo para Culiacán.

    Y para finalizar esta nota, resulta vergonzoso que ningún gobierno haya hecho ningún esfuerzo por atender la demanda de lotes, viviendas, ampliaciones y reparaciones de casas a ningún lado en Sinaloa, después de que el gobierno de Quirino Ordaz Coppel desmanteló el instituto de la vivienda en Sinaloa, y lo que es peor, que muchos bienes del INVIES fueron rematados e hicieron negocios con ellos algunos funcionarios. Primera vez que esto ocurre en los últimos 30 años en Sinaloa. Esta 4T.

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