El polémico desplegado del PRI y el rechazo de los ‘aguilaristas’

    Foto: Cortesía.

    Alito hizo y deshizo lo que quiso con el PRI, quizá creyendo que sería impune por siempre después de los acuerdos que tuvo con el presidente López Obrador, pensando que podría jugar luego con el PRI él solo, como si la sucesión presidencial fuera un juego o algo sin importancia para los priistas de todo el país.

    Obviamente los interesados, los que usufructuaron el aparato del PRI y sus posiciones de gobierno, pensarán que, sea como sea, ellos seguirán en el juego si Alito sigue siendo el presidente del PRI.

    Pero ya se vio que no será así, que los acuerdos que hicieron él y Moreira, coordinador de los diputados, con MORENA poco a poco han provocado una reacción nacional de rechazo, más por el quiebre político que significan dichos acuerdos sobre la guardia nacional, si es que prospera, por las implicaciones contra la coalición opositora y porque significaría la pulverización del PRI.

    Por eso es muy difícil que MORENA y el presidente López Obrador puedan conseguir los votos de los senadores que les hacen falta para llevar a cabo la reforma constitucional que amplíe el plazo de la guardia nacional bajo la tutela del ejército.

    Y lo será, porque los priistas locales en todos los estados del país no querrán que se repita la historia del 2021, cuando Alito se apoderó de prácticamente todas las candidaturas a diputados que correspondían al PRI en la coalición, y negociaron con AMLO las gubernaturas de Oaxaca, Hidalgo y Quintana Roo.

    El fenómeno que vivió el PRI el pasado miércoles, cuando no pudieron votar la reforma constitucional en el senado, las reacciones en el caso de Sinaloa fueron muy evidentes, cuando la presidenta estatal del PRI publicó un desplegado para demandar al senador Mario Zamora que votara a favor de AMLO y MORENA, y una corriente estatal, que encabeza el exgobernador Jesús Aguilar, de todos lados brincaron rechazando tal solicitud y demandando su voto en contra de la minuta de MORENA y el presidente, apoyada por Alito y Moreira.

    El jaloneo, si usted quiere, fue un chispazo, pero ya colocó a un sector del PRI en contra de MORENA cuando la marca del estigma que el exgobernador Quirino Ordaz los entregó en la elección del 2021, episodio que avergonzaba a muchos priistas que obviamente no compartieron tal decisión del exgobernador, ahora embajador en España.

    Y con lo que ha resuelto el PAN y PRD, de que no negociarán con Alito en el PRI, abre las puertas para que se organice, por el comité nacional, una comisión de intermediación para la coalición opositora que les quite a Alejandro Moreno y Moreira el control de los procesos, por lo menos de Coahuila y el Estado de México.

    Con ello estarán abriendo las puertas para el relevo anticipado del líder nacional del PRI, si la presión desde los estados es suficiente como para ello.

    Por lo pronto ya se vio que pueden ganar batallas sin la bendición y en contra de su líder nacional ¿Podrán quitarle la batuta? Yo creo que sí.

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