Para nadie es un secreto que el nombramiento de Mario Zamora como precandidato a gobernador de la coalición “Va por México” le movió el tablero del rompecabezas que venía armando el gobernador, tejiendo múltiples acuerdos por todos lados, acuerdos que en buena medida se le vinieron abajo con este nombramiento y que ha sido hasta hoy el peor catalizador de la campaña de los tres partidos coaligados.
Y si a eso se le agrega la fobia del gobernador a Rubén Rocha, los esfuerzos por reducir a MORENA, así como la displicencia estratégica del PRI, como lo dijera hace más de un año Sergio Torres, cuando apenas empezaba a pensar en ser candidato, “mi compadre (refiriéndose a Jesús Valdés) se está equivocando siguiéndole el jueguito al gobernador, así va a desactivar al partido”, representando así una situación política quizá ya fuera de control.
Muy difícil será entonces para los partidos de la coalición continuar con el esquema inicial y más todavía para el candidato a gobernador, Mario Zamora, quien tendrá que hacer acuerdos con todos en lo particular y, para empezar, realizar campañas separadas entre todos.
Sin duda, todo esto le resta fuerza a Mario Zamora, pero también a todos los candidatos de la coalición al perder identidad y carecer de liderazgo político reconocido, lo que seguramente fortalecería a sus contrarios.
El otro gran error, la soberbia de la dirigencia nacional del PRI y el “grupo Atlacomulco”, que se empató con el triunfalismo de Quirino Ordaz, fueron dos trenes que se han embestido de frente y hace observar sus vagones rodar sin ningún control y completamente dañados los dos, cuyos proyectos hoy parecen seminoqueados.
El choque y la ruptura han sido muy fuertes al interior del PRI, como también pueden resultar, específicamente para el PAN y el PRD, en quedar fuera de todo juego e incluso hasta sin registro.
Es muy duro lo que les está sucediendo y de muy difícil solución. Es como todos los pleitos, casi siempre se olvida por qué empezó, pero todos saben cómo va a terminar.
Es cierto que en política todo tiene remedio y puede que encuentren algunas soluciones, mismas que habrá que ver muy pronto, antes de que escale el conflicto y luego parezca ya irresoluble.