EN LA RAYA: AMLO… ¿cómo Villa?

AMLO presenta su declaración de bienes (Foto: @lopezobrador_).

Por José Luis López Duarte

Adiós al gran amigo y compañero de muchas jornadas, Ramón Romero Herrera, que se nos adelantó en el camino. Descansa en paz compañero.

Después de la cumbre de las Américas del 10 de julio, que AMLO combatió e intentó por todo lados boicotear, incluso con su inasistencia, para más tarde, el 12 de julio, reunirse los presidentes Biden de Estados Unidos y López Obrador de México, que resultó un último esfuerzo para limar asperezas y reencauzar la relación bilateral entre las dos naciones, cuestión que ya no fue posible recuperar y las diferencias en materia comercia hasta llegar al punto de que Estados Unidos, por su cuenta, y Canadá por la propia, interpusieron sus respestivas quejas contra México por prácticas violatorias al T-MEC.

El capítulo que se previó desde febrero del 2021, cuando advertimos del error de AMLO con su iniciativa de reforma a la ley eléctrica, de que no procedería porque requería una reforma constitucional previa y que esa legislación protegía la equidad en la competencia comercial para los productores privados, nacionales y extranjeros.

Así ocurrió y desde entonces se abrieron tres frentes, el diplomático, el político y el judicial. Desde entonces 25 delegaciones diversas del gobierno de Estados Unidos pisaron Palacio Nacional en su afán de una conciliación pactada, luego vinieron las acciones en ambos parlamentos con discusiones que aquí en México involucró otro intento de otra reforma por López Obrador, ahora constitucional, que se estrelló al no alcanzar la mayoría calificada que requería, y más tarde la lluvia de solicitudes de amparo que prácticamente todas fueron otorgadas a los productores privados.

Pasó año y medio en el que el gobierno mexicano se estaba cada vez más hundiendo y nunca, en todo ese tiempo, hubo razón suficiente para atenuar por lo menos la posición mexicana, que fuera del marco legal que había firmado junto con Estados Unidos y Canadá en el T-MEC el 2020, pretendía imponer nuevas reglas comerciales en materia eléctrica, principalmente.

Finalmente, ocurrió el paso que seguía en la confrontación, la demanda judicial de Estados Unidos y Canadá, que es ahora la etapa de las definiciones obligadas y que pareciera que al gobierno mexicano, en voz del preisdente de la república, se prepara más para una confrontación política que para una posible negociación, como sucede comunmente en estas controversias.

Y ahí está el conflicto, como en aquel momento cuando Villa había sufrido las derrotas de Celaya en 1915, que significaron la desintegración de la «División del Norte» y la derrota de la convención de Aguascalientes, imponiéndose los constitucionalistas que encabezaban Carranza y Obregón, lo que produjo la intermitente persecusión de Villa durante más de un año, hasta que en marzo de 1916, sin fuerzas y prácticamente derrotado, invade Columbus, un pueblito estadounidense en el estado de Texas, lo que provocó la reacción de aquel país, quien organizó la expedición punitiva con más de diez mil soldados, persiguiendo a Villa por todo Chihuahua, pero al mismo tiempo provocando este una reacción contra los Estados Unidos, que muy pronto Villa reorganizó su ejército, obligó a que Carranza ya no permitiera la presencia del ejército norteamericano y en 1917 se crea la constitución de la república, en la intervención decisiva de los constitucionalistas (Obregón) y los convencionistas (Villa).

Son otros tiempos, circunstancias e intereses, pero pareciera que AMLO y la 4T, en su agenda política están colocando la estrategia villista y que por esa vía puede alcanzar una negociación existosa con Estados Unidos y Canadá. Pareciera que es una locura y para muchos lo es, sin embargo, para el movimiento de la 4T es vital evitar esta derrota estratégica que significaría asumir con todas sus letras los principios económicos del libre mercado o iniciar otra ruta de confrontación, división, desestabilización y mayor crisis económica y de inseguridad en un tiempo muy corto y con una correlación estratégica muy desventajosa.

Es cierto que el gobierno mexicano puede amenazar a Estados Unidos y pretender que se llegue a un punto de «vale más un mal arreglo que un buen pleito», pero se da el caso de que ya se quemaron espacios y tiempos, quizá decisivos, que la fase de negociación (aunque siempre existe) no esté en desventaja para México porque el arbitraje ya no es de una negociación sino de una aplicación de la ley, y es ahí donde México tiene la gran desventaja.

No está mal como estrategia de contención preparar una gran movilización nacional como lo pretende AMLO y la 4T, pero la pregunta clave será siempre ¿Y si les falla? Es cierto, a Villa le funcionó ¿Le funcionará a AMLO?

Los invito a compartir la mesa de análisis político que dirige el Dr. Héctor Muñoz los lunes, miércoles y viernes a las 6:30 de la tarde, con la participación de los analistas Fernando Camacho, Leonel Solís y un servidor. Los esperamos en Facebook dr hector muñoz
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